MUJERES EN LA PRISIÓN

Dios ama a los prisioneros
6 febrero 2006
¿QUÉ VISTE EN MI?
6 febrero 2006

Permítenos compartir contigo algunas frases más de cartas recibidas desde la prisión. Una de ellas nos dice así: “Somos cuatro mujeres en una prisión en Carolina del Norte en Estados Unidos y nos da mucho gusto oír su bello programa en español. Llega hasta nuestros corazones y nos da fuerzas pues aquí casi ninguna persona oye acerca de Dios. Tenemos hijos y familia pero hace mucho no sabemos nada de ellos.”

Otra señora nos escribe: “Gracias a su programa hemos aprendido tanto que ahora podemos contar lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas a través del Proyecto Ana. Aquí todos nos dicen que somos diferentes y yo puedo decirles que fuimos redimidos y libertados por Jesucristo. Por favor envíennos algo para leer y compartir con nuestras amigas”.

Estas son sólo algunas frases de cartas que recibimos tanto de hombres como de mujeres que estando en la prisión han conocido a Dios a través de los programas de Radio. Debemos orar si es posible para nosotras visitar a los presos para darles una palabra de ánimo y el mensaje de Jesucristo pues sólo Jesús puede darles la verdadera libertad que ellos necesitan.

Hoy queremos hablarte a ti que estás en la prisión.

No importa cuál fue el asunto que te llevó a estar en ese lugar, hoy puede ser el comienzo de una nueva vida para ti.

Dios extiende su mano de amor hacia ti y quiere levantarte aún desde lo más bajo y profundo de donde se encuentren tus sentimientos ahora. Unas palabras de la Biblia dicen así: “Con paciencia esperé que Dios me ayudará: entonces Él me oyó y escuchó mi clamor. Me sacó del abismo de la desesperación del pantano y del lodo, puso mi pie sobre senda dura y firme y me serenó mientras yo proseguía mi camino” ( Salmo 40: 1-2).

Puede ser que estés en la prisión injustamente. Estás siendo acusada de un crimen que no has cometido. La Biblia tiene unas palabras para ti. Cuando oras puedes repetir lo que dice el Salmo 43: “Oh Dios defiéndeme de las acusaciones de estos implacables hombres sin misericordia. Porque tu eres Dios, mi único refugio. Envía tu luz y tu verdad que sean ellas mi guía. ¿Porque tengo tanta melancolía y desaliento? Confío en Dios; Él me hará sonreír otra vez, porque Él es mi Dios”.

Queremos compartir contigo algunas sugerencias provistas por personas que hacen un servicio a los prisioneros.

Es una organización llamada Confraternidad Carcelaria.

Esta confraternidad ha ayudado a muchos prisioneros alrededor del mundo y es por eso que estas sugerencias provienen de personas que tienen experiencia en el tema.

Te ayudarán a tener cuidado de ti misma y comportarte de una buena manera durante el tiempo en que estés en prisión”.

Atiende y cuida tus propios asuntos:

Dicho de una manera más simple “no te metas en lo que no te corresponde”. No indagues porque los otros están en la prisión y se reservada con tu información personal. No hables acerca de los crímenes o estilos de vida de las otras compañeras. Respeta a los demás y serás respetada si hay una capilla o Iglesia en la prisión asiste a los servicios y busca allí quién pueda ayudarte o darte un consejo.

Mantente alejada de los malos hábitos

Puede ser que por culpa de algunos malos hábitos sea la razón que estés en la prisión. Incluye drogas, alcohol, jugar por dinero y otros. No tomes ninguna píldora que no haya sido recetada por el doctor. No pidas ni tomes dinero de nadie, conseguir dinero en la prisión es bien difícil y lo logras te estarás involucrando en un grave problema.

Esto nos lleva a la siguiente sugerencia Nunca pidas prestado.

Una prisionera nos decía “No aceptes ningún cigarrillo, ni café, ni comida ni drogas que te ofrezcan. Nadie te lo ofrece gratuitamente no importan lo que te digan, no lo aceptes. Tarde o temprano te demandarán que les pagues el favor ya sea con sexo, altos intereses si tienes dinero, o te expones a ti misma a ser golpeada y violada.

Lo que te voy a decir ahora es muy importante: “mantente alejada de personas peligrosas”, escoge a tus amigas sabiamente. Algunas prisioneras puede ser que siempre tengan malos sentimientos o ira o deseos de revancha. Si te pasas muy junto a ese tipo de personas puede pasar que te arrastren a ti también. Evita a los homosexuales. Personas involucradas en este tipo de relaciones pueden ser muy posesivas y nunca sabes cuando vas a terminar en un lío si te mueves en su territorio. Esto te puede suceder si te involucras con alguna persona o cosa que ellos creen es su propiedad. Las mejores personas con quien hacer amistad pueden ser aquellos que les gusta ir a la capilla o Iglesia pues demuestran que desean cambiar sus conductas. Aún así debes ser muy cuidadosa en ver y escoger a quién es genuino y quién no en sus deseos.

Respeta a los guardias de la prisión pero no entres o no te hagas demasiada amiga con ellos.

Si otras prisioneras te ven hablando demasiado con el guardia pueden pensar que les estás proveyendo información interna. Esto te hará muy impopular entre tus compañeras y corres el riesgo de que te lastimen.

Haz lo máximo y lo mejor por cuidarte a ti misma mientras estás en la prisión. Si es posible escoge comer lo que menos daño te cause a tu salud. Aunque es difícil pedir eso pero come lo más saludable posible.

Si te es permitido hacer algún ejercicio hazlo. Ejercicio tales como caminar estiramientos y otros aunque sea tres o cuatro veces a la semana. Busca lo mejor a pesar de las limitaciones. Mantente alejada de todo lo que pueda dañar tu cuerpo como cigarrillo y las drogas.

Sobre todo cuida tus espaldas. Es un dicho popular que significa que debes ocuparte de tu seguridad personal. Una señora de la prisión nos decía: “Evita rincones donde no haya guardias para vigilarte y ayudarte si estuvieras en necesidad”.

Hemos estado hablando como debes cuidar tu cuerpo y un poco acerca de cuidar tu mente. Además de permaneces alejada de personas con malas actitudes, puedes añadir algo bueno a tu vida, como pro ejemplo leer.

Si hay buenos libros a tu alcance y puedes leer, podrás ejercitar tu mente leyendo buenos libros y revistas. Si no puedes leer, tal vez si puedas usar tu imaginación creando algunas historias y cuentos. De pronto descubras a otras mujeres allí dentro que sean buenas y amables y juntas quieran formar o crear un grupo para contar historias. No sólo será divertido sino que protegerá tu mente al poder viajar mentalmente fuera de la prisión. Si las autoridades de la prisión ofrecen diferentes talleres como el de arte, manualidades, u otros no dudes en inscribirte y participar de ellos. Aprender siempre es útil.

Finalmente relacionate con Dios, hazlo tu mejor amigo, Él cuida de ti y siempre está pronto para oírte.

Esto es lo más importante que puedes aprender mientras estás en la prisión. En las lecciones para el alma después de un momento musical te diremos más cómo gozar del favor de Dios en tu vida y en tus circunstancias.

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