«Una nueva vida»

«Ahora pertenezco a Cristo»
12 abril 2006
«Dolores de parto y nacimiento»
12 abril 2006
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El tema que venimos tratando hoy me trae muchísimos recuerdos. Aunque mi cuerpo quedaba exhausto como resultado del trabajo de parto y el alumbramiento, mi corazón rebozaba de felicidad por cada nacimiento y nueva vida que Dios me permitió traer al mundo.

Cuatro preciosos bebés; tres varones y una niña. Y lo que más recuerdo hoy siendo abuela es el gozo que yo sentía al tener en mis brazos a cada uno de ellos; tan pequeñitos y preciosos. Realmente, creo que para una mujer tener la experiencia de dar a luz una nueva vida, a pesar de los dolores de parto, no deja de ser algo asombroso. Junto con mi esposo pusimos todo el empeño para que ellos comenzaran bien y así sucedió.

Sabes que la Biblia, la palabra de Dios, nos enseña acerca de la necesidad de comenzar de nuevo nuestra vida. Llama a esta experiencia “nuevo nacimiento” o “nacer otra vez”. Fue el mismo Jesús que habló de esta experiencia como una necesidad vital para todo ser humano. Lo dijo en una entrevista que tuvo con un importante líder religioso de su tiempo llamado Nicodemo.
Este relato lo puedes leer si tienes una Biblia en el Evangelio de Juan capítulo tres del versículo 1 al 10.

Nos dice que Nicodemo fue de noche a visitar a Jesús. El había oído sus enseñanzas, había visto sus milagros y probablemente habría escuchado a otros líderes religiosos contar las cosas que Jesús hacía. Algunos de los líderes estaban celosos y enojados por la fama y la influencia de Jesús sobre la gente. Esa puede ser una de las razones por las cuales Nicodemo fue a Jesús de noche, es decir por temor a lo que dirían los otros maestros de él.
Jesús le dio la bienvenida a pesar de lo tarde que era. Entonces Nicodemo comenzó a decir: “Señor, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Tus milagros lo demuestran”. Pero Jesús le interrumpió y le dijo “Nicodemo si no naces de nuevo no podrás entrar al reino de Dios.”
“¿Cómo que si no nazco de nuevo?” protestó Nicodemo “¿cómo puede un hombre viejo regresar al vientre de su madre y nacer de nuevo?”
Entonces Jesús le respondió: “Nicodemo no basta nacer físicamente, uno tiene que nacer espiritualmente también si es que desea entrar en el reino de Dios. Del hombre sólo puede nacer vida humana, más del Espíritu Santo nace una nueva vida que procede del cielo.
¡No te sorprenda que te diga que tienes que nacer de nuevo! Esto es como el viento que uno no sabe de dónde viene ni a donde va, uno tampoco sabe de que forma actúa el Espíritu Santo sobre las personas a quienes otorga la vida celestial”.

Nicodemo preguntó “¿qué quieres decir con esto?”. Y Jesús le respondió “tú eres un gran maestro y no sabes lo que es la vida espiritual. Así como necesitamos un padre aquí en la tierra que nos dé vida para nacer como un bebé; Dios es nuestro padre Celestial quién nos da el nacimiento espiritual y la nueva vida.
Podemos recibir esa nueva vida sólo creyendo en Jesucristo, el hijo de Dios. No hay nada que como humanos podamos hacer para crear una “nueva vida espiritual en nosotros mismos, sin la obra de Dios a través de Jesucristo, no tenemos esperanza.
Dice la Biblia en Romanos 8:7-8 “Porque la naturaleza pecaminosa que está en nosotros, siempre se rebela contra Dios. Nunca ha obedecido la ley de Dios y nunca podrá obedecerla. Es por eso, los que continúan bajo el dominio del control de su naturaleza pecaminosa nunca podrán agradar a Dios”.

No sólo que no queremos obedecer a Dios sino que queremos hacer las cosas a nuestra manera. Así como le pasó a Nicodemo no podremos entender las cosas de Dios sin la ayuda del Espíritu Santo dándonos nueva vida en nuestro ser interior.

Nicodemo no podía entender que Jesús era el hijo del mismo Dios; pensaba que sólo era un gran maestro.
Pero la Biblia en Juan 1:10-13 dice así de Jesús: “Mas aunque el hizo el mundo, el mundo no lo reconoció cuando vino. Y ni aún en su país, entre su propia gente, lo aceptaron. Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les concedió el poder de convertirse en hijos de Dios”.
Ellos son renacidos. No se trata de un nacimiento físico como un resultado de una pasión o plan humano, este renacer o nacer de nuevo viene de Dios!

La maravillosa verdad es que mientras un nacimiento físico trae nueva vida física, el regalo de Dios del nacimiento espiritual trae vida espiritual nueva. Y el Espíritu de Dios nos da entendimiento de la Palabra de Dios, y trae cualidades a nuestras vidas que agradan a Dios; por ejemplo: amor, gozo, paz, paciencia, perdón y esperanza. Al final tendremos vida eterna con Jesús en los cielos.

Jesús le dijo a Nicodemo eso mismo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su único hijo para que todo aquel que en Él crea no se pierda más tenga vida eterna”.
Esta es la promesa que Dios les dio a quienes les ha dado nueva vida a través del nacimiento espiritual.

¿Eres como Nicodemo? ¿Crees que Jesús es tan sólo un hombre o un maestro, o crees que Él es el perfecto Hijo de Dios que murió en una cruz por tus pecados? Nicodemo era un hombre religioso pero no era suficiente. Jesús le dijo que debía nacer de nuevo del Espíritu Santo, creyendo en Él.
La humanidad no se salvara obedeciendo algunas reglas. ¡Es obra de Dios!

¿Has nacido otra vez? ¿Tienes nueva vida? ¿Crees que Jesucristo murió por tus pecados? La Biblia dice que si somos seres humanos, somos pecadores y necesitamos un Salvador. Si tu respuesta ha sido “no”, hoy es tu oportunidad si deseas nacer de nuevo y gozar de esta vida espiritual que te ofrece Dios.

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