Sinceramente, no me gusta ver sangre porque inmediatamente pienso que alguien se lastimó, y ¡que dolor!
Pero a cualquiera de nosotras nos puede pasar y será mejor que aprendamos cómo ayudarnos o ayudar a otros. Algunas heridas son pequeñas, simples y fáciles de atender. Por ejemplo cuando vamos a cocinar. Estamos cortando los vegetales, el cuchillo se nos escapa y nos cortamos a nosotras mismas. Rápidamente debemos presionar el área lastimada y ponernos un cubito de hielo, esto ayudará a frenar el sangrado. Si el corte es superficial pronto dejará de sangrar pero si es profundo seguramente alguna arteria fue dañada y necesitarás atención médica inmediata.
Debemos saber que no son lo mismo las arterias y las venas.
Las arterias toman o llevan el oxígeno que está en la sangre desde el corazón al cuerpo y las venas devuelven la sangre al corazón para renovar el oxígeno. La sangre de una arteria es roja y brillante y la que regresa por las venas será más oscura.
De modo que si no cesa el sangrado ¿qué debes hacer? Debes lavar el lugar con agua jabonosa y calentita. Si no hay un dolor ardiente, puedes volver a presionar. Cuando el sangrado haya cesado puedes poner algún aceite calmante en el lugar y atar firmemente con una venda limpia. Lo mismo se puede hacer con los raspones.
¿Qué hacer cuando alguien se ha pinchado con algún objeto? Estas heridas son más serias. Causan más daño que si te cortaras. Te doy un ejemplo: Imagínate si alguien pisa un clavo, su piel y tejidos fueron traspasados más profundamente, llevando los gérmenes de la superficie al interior. Es importante ver al médico para saber como tratarlo. La herida necesitará ser lavada quizás con una jeringa para que el agua entre a lo profundo y tengas la seguridad que toda la suciedad haya salido.
Dios nos ha dado un sistema inmune maravilloso que lucha contra las infecciones y las enfermedades, pero el cuerpo humano no siempre es capaz de tomar cuidado de las infecciones por si mismo; debemos hacer lo posible para cuidarnos.
Si una pinchadura con un clavo u otro objeto no se limpian apropiadamente la piel no se cerrará y las bacterias se introducirán. El lugar se infectará y se hinchará creando pus en la lucha contra la bacteria. Por eso es importante mantener bien limpio el lugar dañado.
Siempre es mejor ver a un doctor si te has pinchado con un objeto.
Cuando nos pinchamos o nos clavamos un objeto profundamente causará un sangrado interno que no podemos ver. Si esto sucede no debes quitar el objeto por ti mismo. Esto es muy importante. Te preguntarás porqué. Porque si dejas el objeto allí servirá de tapón, y ayudará a detener el sangrado. Déjalo allí, coloca una venda alrededor del área afectada, si puedes y busca atención médica inmediata. Recuerdo el caso de un capataz de una obra en construcción. Muchos obreros estaban trabajando en el edificio. El capataz iba caminando abajo cuando de pronto un enorme taladro de concreto se desprendió y el hierro cayó desde arriba. Era un hierro de unos 30 centímetros de largo. Atravesó el casco protector de la cabeza del hombre y como 8 centímetros atravesó su cerebro.
Los compañeros de trabajo hicieron lo correcto, no le quitaron la vara sino que tomaron una toalla y le envolvieron la cabeza y le llevaron urgentemente al hospital.
Este hombre para el asombro de todos, entró al hospital caminando. Fue un milagro que sobreviviera. Si los compañeros de trabajo hubieran intentado quitar el hierro del cráneo probablemente hubiera fallecido.
¿Qué debemos hacer si una persona se lastima gravemente y no deja de sangrar? Si el sangrado no se detiene la persona corre el riesgo de perder su vida, así que lo primero y más importante es detener la pérdida de sangre. Es necesario descubrir el lugar dañado y aplicar la presión directamente allí.
Con alguna prenda de ropa o tela o aún con la mano sola presionar firmemente el área afectada o si fuere conveniente usar un torniquete. Pero no lo hagas con tanta fuerza que la circulación del área se corte del todo… lo que quieres es parar el sangrado pero no que se mueran los tejidos por la falta del oxigeno suministrado por la sangre.
El torniquete es un recurso para parar el fluido temporalmente de alguna gran arteria. Lo puedes hacer con un simple pedazo de cualquier ropa o tela o tablita o palo para enrollar la tela para ajustarla o aflojarla según fuera necesario. El torniquete debería ser siempre el último recurso. Sólo úsalo si la víctima se está desangrando con peligro de su vida como en el caso de haber perdido alguna de sus extremidades como el brazo o pierna.
¿Cómo deberías proceder? Ata la tela firmemente arriba de la herida de modo que deje de sangrar. La circulación será cortada hacia esa área pero la vida de la persona estará a salvo porque cesará toda pérdida de sangre.
El paciente debe estar acostado y quieto. Levántale los pies suavemente un poco más alto que la cabeza para bajar la presión de la sangre. Repetimos una vez más, el torniquete es el último recurso, sólo si crees que la persona va a morir por tanta pérdida. Debes saber que si el torniquete permanece por más de 1 o 2 horas la víctima podría llegar a perder el miembro al no recibir sangre por demasiado tiempo. De cuando en cuando aflojar el torniquete de modo que pase un poco de sangre al miembro dañado si fuere posible. Pero por sobre todo busca atención médica lo más pronto posible.
Hay otra situación importante la cual nos gustaría hablar.
¿Qué deberías hacer si te quiebras un hueso y sobresale o perfora la piel?
Primero como siempre trata que deje de sangrar aplicando presión en el área afectada. Luego coloca una tablita bajo el brazo o la pierna de un largo suficiente como para extender por arriba y debajo de la herida. La tablita puede ser de madera, un cartón u otro material rígido que cumpla con la función de mantener inmovilizado el lugar quebrado. Átalo con una tira de tela mientras buscas ayuda médica.
Esperamos que estos consejos te sean útiles aunque por otro lado deseamos que nunca tengas que usarlos.