Jesús y su actitud hacia las mujeres
2 enero 2007Editorial Enero 2007
2 enero 2007¿Te sientes a veces una persona inadecuada, temerosa e insegura aunque sabes que no lo eres?
Si te sucede, quiero decirte que no eres la única, a muchas mujeres les sucede de sentirse a veces que no pueden hacer nada bien o que hubiera sido mejor no haber nacido. Quizás ya es familiar para ti el término: “autoestima”. Estos términos se refieren a lo que pensamos y cómo nos sentimos acerca de nosotras.
Cuando tenemos una sana auto-estima nos respetamos y nos consideramos con dignidad, aceptándonos como realmente somos. Esto no significa que somos orgullosas o centradas en nosotras mismas sino que tenemos un concepto equilibrado de nuestra persona. Cuando tenemos pensamientos y sentimientos negativos acerca de nosotras nos debería servir de advertencia de que tenemos baja autoestima.
Podemos tener buenas o malas, positivas o negativas opiniones de nuestra apariencia, inteligencia y talentos. Las opiniones que tenemos de nosotras mismas las podemos agrupar en las siguientes áreas:
*Apariencia.
*Inteligencia
*Talentos y auto-estima.
Cuando tenemos un conocimiento realista de nosotras mismas y conocemos las fortalezas y debilidades de nuestro carácter, somos capaces de reconocer nuestro propio valor y tenemos más para darles a otros. Cuando nos sentimos inferiores e inadecuadas esto interfiere en nuestros logros, metas, esperanzas y sueños. Los sentimientos de inferioridad son penosos; es sentirse menos que los otros.
Bien, ¿cómo reconocemos los sentimientos de la auto-estima?
Hay algunas preguntas que te puedes hacer y responder:
*¿Eres incapaz de aceptar un liderazgo o responsabilidad?
*¿Puedes aceptar halagos y ser generosa con otros?
*¿Sientes una necesidad de impresionar a otros o que piensen bien de ti?
*¿Te interesa mucho que piensen otros de ti?
*¿Eres super-sensible y te sientes herida fácilmente?
*¿A menudo eres crítica, resentida, generalmente señalando a otros y siendo agresiva?
Si respondes “Sí” a la mayoría de estas preguntas, deberías pensar qué se esconde detrás de tus sentimientos.
Muchas mujeres sufren con una pobre auto-estima porque no se les ha mostrado amor siendo niñas.
Muchas honestamente podrían decir que nunca han sentido de sus padres expresiones de amor por ellas.
Puede existir un sentido y tristeza que se anida en el corazón y a menudo afecta como se siente la persona consigo misma.
Mujeres que experimentan esta clase de dolor a menudo ven a otros como más atractivos y más triunfantes de lo que son ellos.
Sumado a esto, mujeres que han sufrido abuso sexual durante su niñez o adolescencia generalmente tienen una imagen distorsionada de su belleza.
A menudo se sienten usadas e impuras y viven su sentido de mujer como un fracaso.
Hay muchas razones que afectan nuestro sentido de auto-valor pero alguno de los asuntos claves son:
*haber sido no valorizado cuando niño.
*haber sido ridiculizado física y emocionalmente.
*haber sido dominado y abusado por padres, maestros, esposos, empleadores, parientes o amigos.
*Tener experiencias de rechazo resultando en profundas heridas y temores escondidos.
La lista puede continuar con mucho más.
Amiga, puede ser que te sientas identificada con algunos de estos asuntos mencionados u otros parecidos, o quizás conozcas a alguien que si lo está. Si es así, queremos que sepas que no es demasiado tarde para tener un correcto punto de vista de quien eres a pesar de tus experiencias pasadas.
Consuélate en el hecho de que Dios sabe tus reales limitaciones mejor que tu misma, y aquellas limitaciones no pueden impedir que la obra del Señor actúe en ti.