Querida amiga:
Desde el fondo de mi corazón, estoy agradecida por unirte al movimiento de oración y a los intercesores del Proyecto Ana en más de 90 países. ¡Eres muy importante para nosotras!
Mientras pienso acerca de la ola de oración del Proyecto Ana dando vuelta al globo este mes, puedo escuchar un eco poderoso de voces en el Cielo ante el Trono de Dios a favor de las madres alrededor del mundo. Mientras oramos llegamos a ser miembros de este poderoso coro.Con mucho gozo pienso también acerca del hecho que no estamos solos en este “trabajo de oración”. La Biblia dice que Jesús mismo está intercediendo con y por nosotros”…El tiene poder de salvar completamente a aquellos que vienen a Dios a través de El, porque vive para interceder siempre por ellos (Heb. 7:25).¡ El es capaz de “salvar completamente” a las madres que necesitan de Su sabiduría, paciencia y gracia para criar a sus hijos a la manera de Dios!
Ana ha sido siempre mi madre favorita de la Biblia. La oración fue un asunto serio para ella. No es de extrañarse que Dios la usara para producir al profeta más grande de su tiempo. El realmente quiere responder a nuestras oraciones cuando confiamos en las circunstancias más difíciles, como lo hizo Ana. El puede abrir las mentes y los corazones de las madres atrapadas en la oscuridad espiritual, intelectual y cultural para que confíen en El frente a lo imposible.
Así que yo te animo a insistir…”acerquémonos a Dios con corazón sincero, en plena certidumbre de fe…Mantengamos firme, sin fluctuar la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” (Heb. 10:22 y 23). Dios contesta nuestras oraciones. Más adelante leerás cómo renació la esperanza y se restauró la dignidad en los corazones de muchas madres.
El primero de Mayo se celebra el quinto aniversario de mi madre allí en el Cielo. Como Ana tenía un corazón ardiente por Dios . Ella incorporó el más profundo significado de lo que es la maternidad y me amó entregándome nuevamente a Dios. Fui bendecida y estoy en deuda para con ella por siempre. ¡Oh , cuanto oro para que las madres tengan aquel calibre de fe y determinación.
Dios está en una misión, buscando tales madres que nunca se darán por vencidas por las presiones externas, que con coraje criarán a los suyos para que lleguen a ser hijos de Dios más que sus propios hijos.
Gracias por orar especialmente por las madres del mundo durante este mes.
Marli Spieker
Fundadora
Proyecto Ana