Ejercicios

Viéndote hermosa
3 julio 2007
Editorial Julio 2007
3 julio 2007

Trabajamos mucho en nuestras tareas todo el día. Llegamos a casa de nuestro trabajo al atardecer, preparamos la cena, vigilamos las tareas escolares de nuestros hijos, limpiamos…Estamos al fin tan cansadas que nos vamos directo a la cama.

Sabemos perfectamente bien que hacer ejercicios es bueno para nuestra salud. Pero parece imposible fijar un tiempo para los ejercicios en nuestro horario tan ocupado.
¿Cómo lograr hacer algo?

Gimena nos cuenta lo siguiente: “Cada día mi esposo se va temprano de casa a la empresa donde trabaja y regresa como a las seis de la tarde. Yo llego tan sólo una hora antes. Nos hemos acostumbrado a caminar todos los días y eso nos ayuda mucho en varios sentidos. Nos da un descanso de nuestro trabajo pesado y tenemos oportunidad de conversar. Si hacemos así, veinte minutos cada día, sabemos que nos mantendremos ágiles, bien de salud y podremos conversar de nuestras cosas”.

Gimena dice: “tan sólo 20 minutos por día…y ya nos sentimos mejor”
¿Tendremos todas 20 minutos por día para caminar?

Otra amiga que nos escribió nos dice que todos los días hace 10 minutos de bicicleta, sólo 10 minutos por día le hace sentir bien.

¿Será que tendremos 10 minutos por día para hacer algo de ejercicio?

Seguramente que muchas con excepción de algunas pocas podrán rever sus horarios y buscar 10 o 20 minutos en su día para regalárselo a si misma.
Veamos algo que muchas podremos hacer. Por ejemplo acostumbramos tomar un ómnibus para ir a trabajar. Posiblemente podrás salir 10 minutos antes de casa y bajar unas cuadras antes de tu trabajo y llegar caminando.

Ya sea en tu trabajo como en tu casa, prefiere las escaleras en vez del ascensor.
Puedes caminar todos los días un poco durante tu media hora de descanso cerca del lugar del trabajo.
Te despejas un poco y cumples con la rutina de ejercicios necesarios.
Y sabes una cosa, si lo haces con una amiga o alguien de la familia eso te ayudará mucho y lo disfrutarás más. Una buena amiga o familiar con disposición y ánimo será de gran ayuda para no darnos por vencidas.

Bien dice la Biblia en su libro de Eclesiastés: “Mejor son dos que uno, porque cuando uno cae el otro lo levanta” Así que busca a alguien que quiera acompañarte y respaldarte en este emprendimiento.

Yo sé que nosotras, las que somos madres queremos pasar mucho tiempo con nuestra familia. Especialmente porque los niños crecen tan rápido. ¿Por qué no animar a la familia para un tiempo de ejercicios todos juntos? Cosas tales como jugar un buen tiempo a la pelota en el patio o en el parque. Correr, jugar o nadar en una piscina si es posible.
Conozco madres que acompañan a sus hijos al club y nadan juntos. Es muy divertido y hace bien.

Hacer ejercicios nos ayuda en muchas maneras. Fortalece los huesos, baja el colesterol, la presión sanguínea y fortalece el corazón y otros músculos. El hacer ejercicio reduce el riesgo de varios cánceres. También nos ayuda a bajar de peso quemando las grasas del cuerpo y gastando energías.

Lo bueno acerca de esto es que nunca es demasiado tarde para comenzar a hacer ejercicios.
No te sientas como que ya gastaste demasiado de tu vida y que ya no tiene importancia. ¡Si que importa! Le importas mucho a Dios. Él quiere que estés fuerte y saludable.
¡Comienza hoy mismo! De a poco, suavemente.
El primer paso es hacer algo de ejercicios aeróbicos. Es la clase de actividad que aumenta el ritmo del corazón y la respiración. Tu respiración no debería ser tan difícil que no pudieras mantener una conversación.
Piensa en todo lo divertido que podrías hacer, andar en bicicleta, caminar, nadar, saltar la cuerda, danzar, correr. Aún ni te darás cuenta que estás haciendo gimnasia. Más bien, parecerá un juego o una diversión.

Y no olvides que puedes hacer algunas de estas cosas mientras vas a tu trabajo, como ya lo hemos mencionado antes. Cuando te sientas bien haciendo esto puedes aumentar el tiempo de realización. Lo ideal sería llegar a 30 o 40 minutos de actividad diaria.
Otras actividades que no son aeróbicas, tales como levantar peso, empujar, incorporarse, pero que ayudan también a estar fuerte y saludable.
Recuerda, si tienes algún problema especial de salud, debes consultar a tu médico antes de comenzar un programa de ejercicios.

Pero, no te dejes estar, comienza ya. Tú puedes lograrlo.

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