Permaneciendo pura

Socorro, soy una mamá sola
30 agosto 2007
Editorial Setiembre 2007
3 septiembre 2007

Mi querida hija,
Conversando con mis amigas me han contado lo que ellas han hablado con sus hijas acerca del sexo. Así que me pregunté a mi misma, qué le diría a mi hija al crecer. Yo le diría que el sexo es hermoso y una cosa muy buena. Y por experiencia personal, es la última expresión de amor entre el esposo y su esposa, la más estrecha de todas las relaciones humanas.

Pero para muchas personas, el sexo no significa eso. La pornografía lo ha hecho un entretenimiento. La prostitución un medio de ganar dinero. El abuso sexual lo ha transformado en un arma usada por depredadores sobre víctimas desprevenidas. Muchas personas cometen el error de pensar que sexo es lo mismo que amor. He observado, además, que aquellos que practican sexo fuera de los límites del matrimonio son a menudo acosados por sentimientos de culpa, duda, desconfianza, pesar, un sentido de traición y temor de las enfermedades sexualmente transmitidas como el SIDA.

Es mi deseo más querido para ti mi hija que experimentes tu primer encuentro sexual con el hombre que te cases. ¿Por qué te aconsejo permanecer virgen hasta tu noche de bodas? En retrospectiva de la manera que yo actué, basada en mis convicciones cristianas, ha sido probado correcto por años. Nunca he tenido que vivir con aquellos sentimientos de culpa porque siempre ha sido con un hombre, mi esposo y tu padre. Me gustaría que consideres esto muy cuidadosamente, y lo hagas tu propia manera de vivir también, porque yo quiero protegerte de algunos de los problemas que podrían estropear tus chances de un buen comienzo en la vida.

Una mujer debe tener un buen concepto de si misma. Debe darse cuenta que tiene control sobre su propio cuerpo y debe decidir por ella misma a quien desea dar o entregar su cuerpo. Esta es tu elección. Por esta razón antes que tengas que enfrentar una situación que involucre sexo, debes tener ya bien decidido en tu mente lo que de veras vas a hacer, porque el sexo es un acto de la voluntad. La capacidad de tener sexo es solo una parte de la vida de una persona, aunque es un aspecto muy especial. Debido a que fuimos creados una persona completa – cuerpo, alma y espíritu – el sexo no es una actividad puramente física, involucra todo nuestro ser, durante el mismo acto y cuando el tiempo ha pasado.

Para una novia en su luna de miel, ella siente que se ha entregado a si misma al hombre que ama. Se siente bien consigo misma. Se siente amada y protegida. Para ella, parte de la belleza de la experiencia sexual se debe al sentimiento de exclusividad y privacidad. El secreto solo entre ellos dos. ¿Quién entonces, es este hombre que calificará para disfrutar de tu cuerpo en el sexo y en cuyo cuerpo tú te deleitarás? ¿Por quién esperarás para darle este regalo? Debe ser una persona muy especial. Uno que tú ames y confíes. No solo por un momento sino para siempre. Debe ser uno que piense que tú eres muy especial, suficientemente especial como para casarte contigo. Alguien que te prometerá amarte por siempre y estar contigo durante los tiempos de alegría y dolor. Alguien que te prometerá tener sexo solo contigo y con nadie más y que será el padre de tus hijos. Ese será tu esposo. Tú eres una persona muy importante, así que no te desmerezcas a ti misma. Vale la pena esperar, mi querida.

Te ama, mamá

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