«¿Qué es una madre?»
22 agosto 2007¿Qué hace mamá en casa?
22 agosto 2007Quiero contarles acerca de Valeria, una profesional que tuvo que tomar una decisión trascendental en su vida como madre. Siendo maestra tuvo que escoger entre su trabajo o quedar en casa por un tiempo para criar a sus tres pequeños hijos y desenvolverse como ama de casa.
Valeria era una mujer muy ocupada, trabajaba ocho horas diarias como profesora. Luego llevaba tareas para hacer en casa, como preparar las lecciones para el próximo día y corregir los trabajos de los estudiantes. Ya en casa se esmeraba en atender a su familia. Aunque, reconoce ella, por lo general quedaba muy cansada. Gracias a su esfuerzo logró un reconocimiento social, la gente apreciaba su trabajo y además era bien remunerada. Económicamente se sentía segura y podía colaborar con los gastos en el hogar.
Pero Valeria un día tomó la decisión de dejar su trabajo. No fue una decisión fácil, tuvo que luchar consigo misma por mucho tiempo. Ella comprendió entonces que si Dios le dio una familia eso era lo mejor. Se dió cuenta que era importante quedarse en casa y ser ella la persona que debía enseñar e influenciar a sus hijos pequeños. Ella sabía muy bien que los niños aprenden por imitación. Que ellos observan las actitudes de la madre y absorben sus reacciones frente a diferentes temas y asuntos del diario vivir. También quieren ver si la madre practica lo que intenta enseñarles a ellos.
Valeria sabía muy bien, al tratar con los padres de sus alumnos que muchos de ellos animan a sus hijos a ser exitosos en sus estudios y en sus carreras. Lo importante para ellos es ver a sus hijos triunfar logrando buenos puestos de trabajo, un buen sueldo, y reconocimiento en la sociedad. Ellos animan a sus hijos a tener una cuenta bancaria para su seguridad económica. Pero ella estaba convencida que mucho más importante que todo esto es construir un buen carácter en los hijos. Ella quiere enseñarles los verdaderos valores en la vida para que luego sepan elegir lo que será bueno para ellos.
Valeria nos ha dicho que ser madre no es todo fácil, se presentan frustraciones y hay días que una quiere darse por vencida. Ella reconoce que Dios la capacitó en su ser interior para encontrar fortaleza cuando las cosas parecen no ser tan fáciles. A veces el dinero escasea y no se puede comprar todo lo que una quisiera. La ropa y los zapatos se van gastando y no los puedes reponer como antes al trabajar y tener tu dinero. Hay días que no tienes la crema o el maquillaje que te gustaría usar para verte más bonita, pero ella nos ha dicho: “sabes, al fin siempre Dios me consuela y me ayuda. El está cerca de mí y al mirar a mis hijos felices no ceso de darle gracias a Dios por la decisión que he tomado al presente. Ellos van creciendo tan rápido que no dudo que pronto pueda volver a trabajar algunas horas mientras ellos estén en la escuela.
Quizás tú mi amiga, debas tomar una decisión así como lo hizo Valeria. Te estarás preguntando: ¿Debería trabajar afuera o permanecer un poco más con mis hijos en casa? Qué decisión tan difícil. Quizás necesitas trabajar para ayudar en el sostén de tu familia. Ese es un asunto importante. Quizás no te gusta tanto la tarea de ama de casa y no te sientes capaz de lidiar con todo allí dentro.
A veces es difícil decidirse porque significa una reducción de dinero y de status social…
La gente se refiere a la mujer que queda en casa en estos términos “es sólo un ama de casa”, como si ser ama de casa no fuera importante en absoluto. Por sobre todo existe una presión a nuestro alrededor que debes salir a trabajar y sentirte realizada. Que debes contribuir a la sociedad y ser productiva.
Es cierto que hoy día hay muchas guarderías que pueden tener a tu hijo 8 o 9 horas por día mientras tú trabajas. Pero si puedes elegir, hazlo tú, elige quedarte un tiempo en casa mientras el bebé crece y se desarrolla. Ya el niño crecerá y podrás volver a tu trabajo y ganar tu dinero.
Dios te ha confiado estas vidas maravillosas, nadie podrá cuidarles, consolarles, alimentarles mejor que tú porque eres su mamá.
Debemos orar y pedirle a Dios sabiduría para hacer decisiones sabias en la vida.