Las madres turcas que temen a la superstición del «mal de ojo» contra los cumplidos, o por aquellos que creen que amar demasiado a los hijos podría traerles algún mal. Ellos confían en las pulseras de pelo de camello o en la práctica de «tocar madera» para librarse del mal. Ore para que conozcan a Jesucristo, su Creador y Salvador.