5 de Octubre
5 octubre 2009Seguridad en el amor de Dios
7 octubre 2009Silvia, mi amiga me escribió un correo contándome que junto con su esposo habían planificado un fin de semana lejos de su hogar. Enrique, últimamente tuvo que trabajar horas extras y no habían tenido mucho tiempo juntos. La mamá de Silvia se haría cargo de los hijos que aún están bastante pequeños. Ellos viajaron a un bello lugar de vacaciones y usaron la casa de unos amigos, para estar los dos completamente solos, como si fuera una segunda luna de miel.
Al tercer día, repentinamente, Silvia se sintió bastante enferma, tenía fiebre y escalofríos y lo peor… sentía como un fuego cada vez que necesitaba orinar, tenía mucho dolor y todo fue muy molesto. Sólo quería volver a su casa y estar en cama con la bolsa de agua caliente. Para colmo se sentía culpable de haber estropeado sus cortas vacaciones.
¡Pobres,… tanto que esperaron ese momento para pasarlo bien! ¡Se les arruinó la diversión!
Pero así es… a veces pasan cosas inesperadas…
Lo que tuvo Silvia fue una infección urinaria. Aparentemente, muchas mujeres sufren de este problema y las razones pueden ser varias. La buena noticia es que puede ser fácilmente tratada.
Como sucede con otras enfermedades, cuanto más temprano se diagnostican más fáciles de tratar y de curar. Así que Silvia tuvo que hacer una visita al Ginecólogo para saber del tratamiento a seguir.
Le pidió que se realizara un examen de orina y me dijo que descubrieron que tenía muchos gérmenes llamados bacteria. Le recetó unos óvulos y le dijo que tomara mucha agua y un calmante para los dolores. Al siguiente día, ya se sentía mejor.
Así que fue bien claro que tuvo una infección urinaria, es bien común que le suceda eso a las mujeres. Dicen que una de cada cinco la padecen en algún momento.
Para evitarlo es necesario seguir ciertas reglas y que son bien sencillas.
Primero que te parece si explicamos dónde se producen esas infecciones.
Es una infección que puede suceder en cualquier parte del sistema urinario, que incluye – los riñones- que actúan como un filtro para juntar o filtrar las impurezas de la sangre… -el uréter, que lleva estos desperdicios y extra de agua hacia la vejiga, donde se almacena como orina. Cuando la vejiga se llena la orina es eliminada del cuerpo a través de otro tubo llamado uretra. Todos estos que te nombré son parte del sistema urinario y cualquiera de ellos puede infectarse.
Según parece es más común que esto suceda en las mujeres.
La explicación de esto se debe a que el tubo que elimina la orina es decir la uretra, y el tubo que elimina las eses o materia (el ano) están muy cerca uno del otro. Muchos gérmenes o bacterias se juntan allí y por eso se producen las infecciones.
Los niños también pueden sufrir de estas infecciones como los adultos aunque en los adultos se da con más frecuencia debido a problemas de próstata o de vejiga.
Podemos mencionar ahora algunas de las causas que provocan esto:
– Relaciones sexuales frecuentes puede ser una de las causas pero hay otras,
– Si estás constipada puede sucederte,
– Si estás embarazada,
– Si una persona se está recuperando de una operación y tiene que permanecer quieta por mucho tiempo, puede desarrollar alguna infección en las vías urinarias.
– Durante la menopausia, porque es cuando los tubos se vuelven más finos y secos.
– Otra razón es por no tomar suficiente agua y si ya has sufrido algunas infecciones anteriormente.
– Los hombres también pueden tener infecciones especialmente si tienen la próstata agrandada.
– Por último diremos que ciertos métodos de control de natalidad como por ejemplo el diafragma puede contribuir a esa condición.
Los síntomas son iguales o parecidos, por ejemplo – orinar a menudo y con dolor…
Además otros síntomas, como la orina turbia y de olor desagradable, dolor en las relaciones y cierta presión en la pelvis abajo.
A veces la orina puede tener un color rosado debido a que contiene algo de sangre y en algunos casos la persona hace fiebre.
Es importante saber, si la persona con estos síntomas no se trata y la infección se expande puede afectar sus riñones y llegar a sentirse muy enferma. Puede llegar a tener fiebre y dolor en el abdomen o en la espalda, sentirse muy cansada, tener náuseas o vómitos.
Esos son síntomas importantes y no es para dejarse estar. Si tienes una infección en el sistema urinario y te duele la espalda o un lado, escalofríos, fiebre o vómitos, necesitas ver inmediatamente a tu doctor. Posiblemente hay una infección al riñón y si no se tratara podría provocar daños mayores y permanentes a este importante órgano.
Casi seguro, el médico te dará un tratamiento con antibióticos.
Y lo puedes llevar a cabo en tu propia casa, sin necesidad de internación.
Si llegas a tener alguno de estos síntomas es muy importante beber mucho líquido, ya sea agua, jugo de arándanos si puedes conseguirlos. El café y el alcohol irritan la vejiga por tanto sería bueno evitarlos. Para aliviar el dolor hace bien usar bolsita de agua caliente o una ducha caliente sobre el área de los riñones.
Quizás debas visitar a tu médico más de una vez.
Cuando el problema se agudiza la persona necesita ser internada para una atención más adecuada. A veces el enfermo se recupera rápidamente y al ser calmado y estabilizado puede regresar a su hogar.
Sin embargo nunca deberíamos dejarnos estar con los cuidados de los riñones, son órganos sumamente importantes e imprescindibles en el buen funcionamiento de todo nuestro organismo.
Es necesario poner atención a una higiene personal bien prolija en toda esa área para evitar cualquier infección urinaria.
– La ducha diaria jamás debería faltar.
– El cambio a diario de la ropa interior debe estar bien limpia.
– La higiene prolija de los genitales luego de usar el gabinete higiénico
– No usar sprays o cremas en esa área.
– Higiene adecuada luego de una actividad sexual.
A veces el doctor prescribe tratamiento de hormonas después de la menopausia. Vienen presentadas en tabletas o crema vaginal y se usan para fortalecer los músculos alrededor de la uretra. Estos ayudan a prevenir las infecciones.
Parece que también tienen que ver las ropas que usamos. Se recomienda no usar pantalones demasiado ajustados. Que la ropa interior sea preferiblemente de algodón y debe ser cambiada cada día luego de una ducha.
Algunas infecciones urinarias son difíciles de sanar y a veces las sufrimos por muchos días. A esas se les llama infecciones urinarias crónicas que aunque parecieran sanar vuelven a reincidir y son muy fastidiosas.
Algunas veces no es tanto una infección como una irritación y se puede dar como una reacción alérgica a ciertos alimentos o jugos que ingerimos. En ese caso debemos tratar de descubrir cual alimento o jugo nos esté causando problemas y descartarlo de nuestra dieta.
Es importante estar atentas a cualquier malestar o cambio en nuestro organismo y acudir al médico para contarle nuestro problema y ser tratadas lo antes posible. Mejor es prevenir que curar.