Editorial Noviembre 2009

3 de Noviembre
3 noviembre 2009
Depresión (Parte I)
3 noviembre 2009

Querida amiga de oración:

Mientras te escribo, hay un sentimiento en mi corazón: “Bendice alma mía al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios,” porque “… todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”

Por 12 años, cada Noviembre los intercesores de Proyecto Ana agradecen y alaban a Dios por Su fidelidad, perdón, sanidad, redención y compasión. En realidad, ningún resultado de nuestro trabajo, ninguna transformación en la vida de las mujeres y ningún recurso para el ministerio puede jamás ser acreditado a nuestra cuenta; todo lo ha hecho Él.  Por favor, alabe a Dios conmigo por una conciencia mundial que vemos levantarse  en muchos niveles de la sociedad acerca de la paralizante explotación y crímenes cometidos contra las mujeres y las niñas. Dios escucha nuestros ruegos por ellas. Demostremos amor, honra e inclinémonos en adoración ante Él.

También agradezco a Dios por el “trabajo en oración” que hacen día a día. Tus oraciones y un corazón compasivo son los canales que elevan nuestros pedidos como un dulce incienso al Trono de Dios. (Apoc. 5) Espero que seas bendecida/o mientras le agradeces por Sus poderosos hechos a través del ministerio de Proyecto Ana en 2009.

Puedas ser animado dándote cuenta cómo Dios está escuchando y respondiendo a nuestras oraciones en grupo.

Agradece a Dios que esta semana abrió sus puertas la primera casa de refugio del Proyecto Ana para mujeres necesitadas en Brasil. “La Casa de Ana” es un lugar donde las mujeres son auxiliadas física, emocional y espiritualmente. ¡Agradece a Dios que el programa Mujeres de Esperanza está ahora accesible en 53 idiomas con la salida por Internet en idioma Sueco! Agradece conmigo por los equipos del Proyecto Ana alrededor del mundo. La humilde actitud de Maggan  Johansson, nuestra coordinadora nacional sueca hace eco de lo que sucede  en muchos de nuestros equipos. Ella escribe: “Amigos que oran por mi me dicen: “El amor de Dios te está impulsando a un nuevo ministerio para Su Reino. El trabajo será una gran bendición- está agradando al Señor. Es como un sendero- como una huella donde caminar” ¡Tan cierto! ¡Es como un camino que se marca con las oraciones! ¡Es lo que amo tanto del Proyecto Ana! El sendero se abre con muchas oraciones- voces de hombres y mujeres de toda la tierra… como el incienso que sube ante el Trono de Dios.” Demos gracias a Dios por miembros del equipo como Meggan. Ellas incorporan el mensaje salvador de la vida de Cristo hacia las dañadas mujeres en donde sea que se las encuentre.

¡La gloria sea para Dios, “que ha hecho grandes cosas”!

Vuestra hermana

Marli Spieker

Fundadora y Directora del Ministerio Global.

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