Aquellos en prisiones de Camboya que están escuchando el programa Mujeres de Esperanza en Khmer. “Soy un hombre que vivo en una prisión. He vivido aquí por 10 años. Invité a Jesús a mi corazón. Desde que escucho Mujeres de Esperanza, llamo a la hermana María y ella siempre me devuelve la llamada y me da ánimo. Yo oraba que el Señor me permitiera verla cara a cara algún día. El Señor respondió mi oración hoy.”