Jovencitas que escapan para evitar matrimonios forzados. Muchas temen que sus familias las maten. Otras engañadas a la prostitución por personas que les ofrecen trabajo. “Líbrame Señor del hombre malo, guárdame de hombres violentos.” (Salmo 140:1)
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.
Comentario
Nombre
Correo electrónico
Web
Nombre (requerido)
Correo electrónico (requerido)
Asunto
Mensaje