¿Te gusta visitar lugares sagrados o santos?… Permíteme que te pregunte: ¿Dónde piensas que vive Dios?… ¿En un espacio sobre las nubes?… ¿En un templo o mezquita?… ¿En una estatua o imagen?… ¿En un río o en un árbol, en una roca o sobre el mar? ¿O quizás en alguna persona santa?
Esta es una muy interesante pregunta y las personas la responden en diferentes maneras, dependiendo a quién se la preguntes. Hoy queremos ver lo que la Biblia nos dice.
Hemos escuchado diferentes relatos acerca de la historia del pueblo de Israel. Dios, el Creador del mundo, había hecho un acuerdo especial con ellos. Los rescató de la esclavitud en Egipto y los condujo a través del desierto a un país que les había prometido dar. Escogió mostrarse a ellos para que a su vez ellos lo mostraran al mundo.
Quiero contarte un poco más de todo esto y lo puedes leer en el libro del Éxodo desde el 34 al 40.
Así que… allí estaban los israelitas, miles de personas caminando lentamente a través del desierto. Dios les había dado reglas por las cuales vivir, por medio de Moisés su líder. También le dio unos planos detallados para una muy grande y especial tienda o carpa, como un templo que podrían desarmar, doblar y llevar a otro lugar. Sería llamado “La tienda de la presencia del Señor.” Era muy hermosa, hecha de telas y piel de cabras entretejidas delicadamente, teñidas en hermosos colores y bordadas en hebras de oro y con piedras preciosas.
En el centro de esta tienda, ellos debían guardar algunas cosas de su historia. Una de las más importantes, era una copia de su ley – Los Diez Mandamientos, escritos en tablas de piedra. Dios había dado a Moisés estas reglas por las cuales ellos debían vivir como parte de Su acuerdo o pacto con Él. Fueron puestas en el “Arca del Pacto”, con una tapa o cobertura de oro. Allí también había unas fuentes de bronce, unos candeleros de oro y lugares para poner sus ofrendas. Aún los postes de la tienda estaban recubiertos de plata.
Fue un inmenso trabajo construirla pero la gente dio voluntariamente su oro y sus joyas para hacerla hermosa. Dieron perfumes y especies, telas, cuero y aceite de oliva… todo lo necesario. Había artesanos, carpinteros, joyeros y mujeres que entretejían y teñían las telas, otras que cosían y bordaban con gran habilidad. Fue para ellos un gran honor haber sido escogidos para trabajar en la realización de la tienda. Finalmente fue terminada, construida exactamente como Dios le había explicado a Moisés. Todos los detalles tenían un significado. El día en que se terminó todo el trabajo, la tienda se llenó de una deslumbrante luz para mostrarle a la gente que este era un lugar especial para adorar a Dios.
Hasta aquí el relato bíblico de esta historia.
Eso debe haber sido maravilloso, porque sus propias tiendas eran sencillas, pero siguiendo la descripción del patrón de Dios, ellos hicieron un lugar increíblemente hermoso para adorarlo.
Y Dios les mostró que realmente estaba entre ellos, llenando todo con una luz que representaba Su presencia. Esto realmente debió animarles
Pero, ¿sabes una cosa?… Parecía faltar algo… este templo móvil no tenía ídolos, ni estatuas, ni cuadros – nada para representar a Dios. Era el único templo del mundo de esa época que no tenía nada en él para ser adorado. ¿Por qué crees habrá sido así?
¿Recuerdas los Diez Mandamientos? Uno de ellos dice – no hacerte ningún ídolo o imagen, para representar a Dios. Eso es porque Dios no puede ser puesto en ningún cuadro o pintura para ser tocado o visto. Dios es más grande de lo que podemos aún imaginar. La Biblia dice así: “El Altísimo Dios no habita en templos hechos de mano o por hombres, como dice el profeta: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies, ¿Qué casa me edificaréis? Dice el Señor. ¿No ha hecho Él todas las cosas? (Hechos 7: 48 -50) Esto significa que Dios no puede ser encerrado en un lugar, y que no hay lugar en este universo donde Él no pueda estar presente. Está en todas partes y es más grande de lo que podemos imaginar. Nuestro Dios es maravillosamente grande, merece toda nuestra adoración. Piénsalo y permítele ser parte de tu vida. Disfruta una canción más…
1 Comment
hola amigas de la radio tengo 20 años recién cumplidos y me siento mal porque antes iba a la UTU y decidí voler al liceo, es un ambiente muy pernicioso, nadie me quiere, las compañeras que tenía ya no se dan más conmigo y detesto la soledad. Soy algo tímida con el resto del grupo y me doy cuanta de que se ríen de mi. Todo lo que estoy diciendo es verdad. Yo creo que existe Dios pero también tengo mis defectos. ayudenme, no soy fea ni tengo problemas solo que estoy en el lugar equivocado y siento aquí la soledad