Viviendo como una persona plena
4 enero 2011Gracias Señor
4 enero 2011Hemos mencionado la necesidad de escoger entre todas las cosas que llegan a nuestras vidas. ¿Estamos obligadas a decir sí a todo? Debemos examinarlo todo y retener lo bueno; -es un consejo bíblico.
Justamente tenemos la carta de una oyente joven de nombre Karis. Ella vive en un país donde muchas mujeres y niñas son forzadas a practicar la prostitución debido a la pobreza y problemas sociales del lugar.
Ella nos escribió lo siguiente: “La última Navidad, Dios puso una carga en mi corazón de ir a un burdel del lugar a tocar unos villancicos de Navidad para compartir así la verdad del amor de Dios a través de la música. Tres de nosotras habíamos estado visitando a las mujeres trabajadoras sexuales cada semana y nos hicimos de amigas allí. Mis amigas y yo hicimos invitaciones para la fiesta y yo llevé mi guitarra. Oramos para que Dios sacara a una mujer del burdel ese día.
A las mujeres les gustó escuchar música navideña y algunas comenzaron a cantar con nosotras. Algunos hombres sentados en el bar estaban escuchando. De pronto mi amiga dijo en voz baja… “La policía está aquí. Sigamos cantando.” Varios hombres fueron arrestados- parecían ser ladrones que se escondían allí. Así que Dios sacó a muchos comerciantes del burdel. Luego una mujer comenzó a cantar una sencilla canción. Me uní a ella y otras mujeres salieron de sus cuartos, cantando lo que parecía ser el clamor de sus corazones. La letra decía así: “Dios hará un camino, donde no hay ninguno
El trabaja de maneras que no puedo ver, Él hará un camino para mi…” Yo clamaba a Dios desde lo profundo de mi corazón, “¡Por favor, Señor, haz un camino para estas mujeres!”
Mientras guardaba mi guitarra, una joven mujer de nombre Joy se me acercó. Estaba embarazada. La persona que la llevó al burdel estaba tratando que se hiciera un aborto, pero ella no quería hacerlo. Quería dejar ese burdel y mantener a su beba. Joy me dijo que su verdadero nombre era Chiwendu, que significa “Dios es el dueño de la vida”
Oré que ella pronto se diera cuenta que Dios realmente es el dueño de la vida.
Contactamos con un Centro Cristiano y las personas allí le ayudaron dónde quedarse. Cuando regresamos con Joy al burdel para empacar sus cosas oramos pidiendo al Señor que no fuera forzada a permanecer en ese lugar. Las otras mujeres no podían comprender porqué quería abandonar un trabajo donde ganaba buen dinero, pero en sus miradas había tristeza al verla partir. Cuando pasamos al lado de la mujer que había comenzado a cantar la canción “Dios hará un camino” ella me preguntó, ¿Joy se va de viaje? Le respondí: “No, ella ha escogido comenzar una nueva vida.”
“Es una buena elección” dijo Jane. Oré entonces que Dios hiciera un camino nuevo para ella también. Dos días más tarde me enteré que Jane dio su vida a Jesucristo y comenzó una nueva vida también. Descubrió que Jesús es el Camino.”
Qué impactante el testimonio que acabamos de escuchar. Joy ciertamente hizo una sabia elección ese día y Jane también la hizo un poco más tarde. Ellas descubrieron que eran de valor y preciosas para Dios. También estaban felices y agradecidas a Dios porque Karis obedeció a la voz de Dios y fue a cantar los villancicos al burdel aquel día.
El Señor respondió la oración de ellas al sacar no una sino a dos mujeres del burdel.
Amiga ¿cómo te sientes hoy? Quizás estés pensando que no hay esperanza para ti. Joy y Jane, dos mujeres que trabajaban en un burdel explotando su cuerpo de la manera más ingrata para ganar su dinero se sentían así; como que no había otra salida para ellas, no tenían esperanza alguna de mejorar. Pero… gracias a Karis, una mujer cristiana que escuchó y obedeció lo que Dios quería que hiciera, pudo llevar esperanza a esas vidas. Una esperanza que jamás hubieran imaginado.
Algo tan sencillo como ir a cantar villancicos de Navidad a un burdel le cambió la vida a dos mujeres. Pero Karis acostumbraba no sólo cantar y tocar su guitarra sino que ella oraba a Dios y esperaba respuestas a lo que pedía. Orar es hablar con Dios, es decirle cosas, pero también es esperar en Él..
Te has preguntado alguna vez “¿Por qué escucha Dios mis oraciones?” No soy nadie especial, tampoco sé decir palabras muy especiales…” Pero ¿sabes amiga? Dios escucha y responde a nuestras oraciones, no porque lo merezcamos, sino porque lo hacemos en el Nombre de Jesús. Cuando vamos al Padre –Dios, en Nombre de Su Hijo amado, Él nos escucha porque ama a Su Hijo.
Cada vez que oramos, al terminar la oración decimos… “En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amén.” Al decir esta frase no se trata de unas palabras mágicas al final para darle más poder a la oración. Orar en el Nombre de Jesús significa que trataremos de pedir y decir lo que está en Su santa voluntad. Jesús mismo le dijo a sus seguidores: “El Padre les dará lo que le pidan en Mi Nombre” (Juan 15:16) Demuestra que creemos y confiamos en Él. Es el único que nos da autoridad cuando oramos. Y cuando Dios responde a esas oraciones, queremos darle gracias y alabar a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo. (Juan 14:13)
Al decir “Amén” queremos decir “Así sea”. De alguna manera estás confirmando lo que oraste y lo pones en las manos de Jesús. ¿Dónde podría estar más seguro?
(Hablando con Dios de Stonecroft- Ministries, 2006)
2 Comments
Que el Señor los bendiga grandemente,verdaderamente que el Señor nos sorprende en sus formas de hacer el llamado,le dio toda gloria por que el es bueno y para siempre su misericordia,es impactante ese testimonio,que el Señor nos de mucha sabiduria para ganar almas para su reino,deseo si es posible me mandaran la letra de esa cancion Dios harà un camino.gracias.
Mientras lo leí me caÍan las lagrimas no solamente por ver lo maravilloso de el convencimiento del EspÍritu Santo. si no el anhelo de poder hacer lo mismo oír la voz de mi Señor e ir donde están las almas necesitadas como tan bien lo enseñan yo oro en el Nombre de JesÚs que me capacite,me guíe y me dela gracia y autoridad para hacerlo Amen. Gracias por tener este espacio para la mujer que tanto lo necesitamos BENDICIONES!