Madres que guíen a sus hijas a comprender el regalo de la Salvación de Dios y que les muestren que Dios puede usarlas para hacer grandes cosas para la eternidad. Ore para que las madres enseñen a sus hijos planificar para el futuro y fijar prioridades de modo que honren a Dios con sus elecciones de cónyuges y carreras.