La oración

El descanso
24 septiembre 2012
25 de Setiembre
25 septiembre 2012

Hemos estado hablando de la necesidad de tener tiempo para divertirnos y descansar para equilibrar nuestras vidas. Hemos hablado también acerca de algunos ejercicios respiratorios y de relax de nuestros músculos para liberarnos de las tensiones. Pienso que debemos ser responsables por nuestra salud y esos ejercicios, deseamos, pueden ser muy útiles. A veces hacemos los ejercicios pero continuamos preocupadas y tensionadas. ¿Será que si te preocupas, resolverás las cosas?

Yo creo que la preocupación llega a ser útil si hemos podido resolver un problema. Una madre puede estar preocupada  por su pequeño bebe y eso la mantiene vigilante para cuidarlo. ¿Pero… qué acerca de ese “bebé” cuando ya tiene 30 años? Seguir preocupada no te hará bien.  A veces permitimos que esa preocupación ande rondando nuestras cabezas, cuando ya no hay más nada que hacer para resolverla situación. Comodice el refrán: “ Volver a roer el mismo hueso” aunque ya no le saque nada. ¿Haces eso con algunos de tus problemas? ¿Una y otra vez hablas de lo mismo, aunque no haya solución? Seguramente necesitarás una solución más profunda para esa inútil o innecesaria preocupación.

Quiero decirte que el Señor Jesucristo, mientras vivió aquí en la tierra dijo unas sabias palabras acerca de las preocupaciones. En ese momento Él estaba hablando a un grupo de personas sencillas del lugar, personas pobres que luchaban por su diario vivir; eran hombres y mujeres que realmente querían conocer de Dios y sus caminos. Elizabeth va a leer de la Biblia esas palabras para nosotros, escúchalas como si Jesús te las estuviera diciendo a ti misma.

 (Mateo 6:25-34)

“Por tanto te digo: No te preocupes por tu vida, qué comerás o qué beberás, o por tu cuerpo, que vestirás. ¿No es la vida, más que el alimento, y el cuerpo, más que el vestido? Mira las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y tu Padre Celestial las alimenta. ¿No eres de mucho más valor que ellas? ¿Quién podrá, por más que se preocupe, añadir a su estatura unos centímetros? ¿Por qué te preocupas por el vestido? Mira los lirios del campo, cómo crecen. Ellos no trabajan ni hilan; pero te digo que ni aún Salomón, con toda su gloria, fue vestido como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba del campo, que hoy está y mañana es echada al horno, ¿No hará Dios mucho más contigo? Port tanto, no te preocupes diciendo: ¿Qué comeré? O ¿Qué beberé? O ¿Con qué me cubriré? Porque los que no creen en Dios, buscan todas estas cosas, pero tu Padre que está en los cielos, sabe que tienes necesidad de todas estas cosas.

Más bien busca primero el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas te serán añadidas. Así que, no te afanes por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación.”

¡Qué palabras las que hemos escuchado! Realmente nos desafían a ser mujeres de fé y confianza en Dios. Puedo decirte que hubo tiempos cuando no sabía cómo iba a pagar mis cuentas o comprar lo necesario para vivir y esas palabras del Señor Jesucristo me han sostenido en medio de esos tiempos de escasez para esperar con calma. Puedo decirte que Dios de alguna manera nos ha alimentado y nos ha vestido. Dios es fiel, Él promete y Él cumple.

Quizás pienses que a través de estas palabras Jesús nos está dando la garantía de que siempre vamos a lograr lo que queremos. Pero no pienso que es eso lo que ´El nos está diciendo. Nos está recordando que tenemos una relación con Dios. Cuando creemos en Él, tenemos a un Padre Celestial que nos ama y nos considera más importantes que las aves y las flores y sabe justo lo que necesitamos. Por eso podemos confiarle a Dios lo que necesitamos cada día. Tenemos que levantar nuestros ojos a Él por nuestra salud, nuestro empleo, por el dinero que necesitamos cada día y a veces esperar de Él por un milagro!

Pero, otras veces estamos preocupadas por otra clase de cosas y problemas como por ejemplo, un hijo de 30 años metido en la droga, o una hija de 15 años que ha quedado embarazada. Yo sé que Dios no obliga a nadie, no fuerza a nadie que se porte bien. Lo que sí sé es que Dios les ama mucho y tratará con ellos en el momento adecuado, cuando ellos se lo permitan. Pero nosotras nos preocupamos porque nos duele que sufran y porque les amamos también. Quiero decirte que hay algo que me hace mucho bien en situaciones difíciles, y que no resuelvo preocupándome por demás, porque comprendo que son preocupaciones inútiles. Me refiero ala Oración. Cuandooro, le cuento a Dios cómo me siento y qué es lo que me preocupa. No permito de ese modo que me invadan los sentimientos de querer arreglar lo que yo no puedo arreglar o resolver. Cuando oro, acepto y recuero que Dios está en el control y que está conmigo para darme fortaleza cuando me siento sin fuerzas. La oración me ayuda a descansar y esperar en Dios. Él sabe todas las cosas y las mías también.

Quiero compartir contigo la carta de una amiga. A veces ella sufre de depresión y en esos momentos se siente como que todo está oscuro a su alrededor.

Ella nos dice: “He tenido mucha ansiedad últimamente. Pero, no sé por qué estoy tan ansiosa. Especialmente me pasa eso cuando estoy con mi amiga Sara. Antes me sentía bien y animada que viniera a verme, pero ahora todo cambió repentinamente. No hemos discutido por nada por eso no comprendo qué me pasó y no sé cómo solucionarlo. Es algo en mi interior que me hace sentir mal. Tengo miedo que esa sea mi actitud frente a otras personas también y que pierda la amistad de ellas.

Quiero decirte que visité a mi consejera y ella me ayudó a razonar y me invitó a orar y contarle a Dios mis ansiedades. Me recordó que Jesús siempre está cerca de mí, aún en esos momentos de ansiedad Él no me rechaza. No lo puedo ver, pero, al orar juntas una paz inundó mi corazón y me parecía sentir la mano de Jesucristo sobre mi hombro como si estuviera junto a mí. Como te dije; no sé porqué me puse ansiosa pero con la ayuda de Dios pude ir comprendiendo la situación y teniendo paciencia para saber esperar que se den las cosas a su debido tiempo.

A veces mis limitaciones físicas me hacen poner ansiosa, pero el Señor me va enseñando a tener paciencia y esperar sus tiempos para mi vida. Dios está en control de todo. Gracias por leer mis palabras. Con amor Stevie.

Si llegaran las preocupaciones a nuestra vida, necesitamos tener esperanza. Una esperanza puesta en Dios que sabe todas las cosas.  Si Él está en control, sabrá mostrarnosel caminoa seguir.

o cre��et8D�Elguna medida tenemos cosas buenas y positivas para traer a nuestras memorias. La Biblia nos anima a traer a nuestras mentes las cosas que son positivas, buenas y que nos impulsan a seguir adelante.

 

Me gustaría sugerirte otro ejercicio de relax. Puedes hacerlo mientras estás caminando, comiendo o haciendo algo. Tienes que decidir en tomar conciencia o estar atenta de lo que estás haciendo, o de las cosas que te rodean en vez de permitir que ciertos pensamientos o cosas enreden tu mente. Es lo opuesto de estar distraída, es escoger en poner atención a lo que tienes allí y ahora.

Pongamos un ejemplo, sencillo- pero que vale mucho. Puede ser que salgas a tener un paseo o caminata. Mientras lo haces, concéntrate en los pasos que das, en el ritmo que llevas con tu cuerpo al caminar; toma conciencia de lo que sucede a tu alrededor, el panorama que ves, siente el viento y la temperatura del aire sobre tu piel. Disfrútalo a pleno; estás con vida, estás caminando… eso es maravilloso.

¿Sabes? No nos damos cuenta de cuántas cosas lindas tenemos, hasta que por alguna razón las perdemos. Recuerdo a mi abuela, llegó el tiempo en su vida cuando sus manos estaban tan arrolladas que ya no podía llevarse la comida a su boca con una cuchara y  cuando por sus limitaciones ya no disfrutaba del sabor de los diferentes alimentos. Por eso, te animamos que al sentarte a comer por ti misma, disfrutes eso que tienes delante. Saboréalo, pon atención a los colores y textura de los alimentos, eso te ayudará a estar agradecida por la comida y sus sabores y así también estar agradecida a Dios por todo lo que te da. A veces estamos tan atentas a las cosas malas, que no disfrutamos y valoramos cuánta cosa buena poseemos y por las cuales debemos dar gracias a Dios. Debemos ejercitar nuestra mente a pensar en positivo y con esperanza.

Hemos compartido algunas cosas prácticas para librarte de la tensión que atrapa  tu cuerpo y son cosas que pueden ayudarte a enfocar o clarificar tu mente. Pero, hay algo más que puede ayudarte a tratar el estrés y me refiero a hablar con una buena amiga. Tu amiga puede ayudarte a resolver algún problema…  consolarte y animarte. Ayuda a poner tus sentimientos en palabras. Y el mejor amigo de todos es el Señor Jesucristo. Él te comprende.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *