Rechazo

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Anita no quería que el día viernes llegara. Ese era el día que había que pagar la cuota para el paseo con la escuela: Cinco días en la montaña con todas sus amigas sería maravilloso, pero ella tenía un enorme problema. Eran 8 meses ya que su papá estaba desempleado y no había dinero suficiente para pagar ese paseo. Ella había estado trabajando en el mercado al salir de la escuela y los fines de semana durante los últimos seis meses, pero aún así estaba corta de dinero…

Anita no tenía dinero para ir de camping con sus amigas. Recordó que años antes, su abuelo le había regalado una moneda, era muy antigua, estaba sucia y un poco deteriorada de un lado.  En el momento que el abuelo se la dio la había limpiado un poco y la había guardado muy bien guardada y allíla olvidó. Perohoy,  sacó su preciosa moneda de la caja donde la tenía guardada todo ese tiempo y pensó si valdría lo suficiente como para pagar su viaje de estudios. Se sintió triste ya que era un regalo especial del abuelo, pero no veía otra manera de tener el dinero.

Bien… a cada uno que le preguntaba acerca de la moneda, simplemente se le reían en la cara o la miraban como si fuera tonta. “¿Por qué pierdes el tiempo con esa moneda… tan antigua y sucia, no sirve para nada,” le dijo una compañera de clase, “Esa moneda está fuera de circulación, no vale nada en este tiempo” le dijo una señora en el local de ventas, cuando Anita le dijo por qué deseaba venderla. Y añadió:  “Acepta que no podrás ir a ese paseo. Esa moneda no sólo es Antigua y sucia sino que está dañada de un lado. –Está dañada, fíjate… no sirve para nada.”

Todos estos comentarios hicieron que Anita se sintiera mal y rechazada. Obviamente, no podría ir de viaje. ¡Se sintió triste y sola!

-El viernes por la mañana, Anita le dijo a su maestra que no iría al paseo. No tuvo tiempo de juntar el dinero y su vieja moneda no tenía ningún valor.

La maestra le pidió que le mostrara esa moneda y le dijo: “Anita, ven conmigo” La maestra pacientemente pulió la moneda dañada y en algunos lados se veía que brillaba. Era de tarde y la maestra invitó a la jovencita  que la acompañara a ver al señor Ramírez que trabajaba en el Banco. –“¿Anita, de dónde sacaste esta moneda? ¿Sabías que  es una moneda de oro?… El valor de ella es suficiente para pagar tu paseo y mucho más” le dijo el señor Ramírez.  –“Pero… ¿cómo puede ser? Preguntó Anita.  “Todos me han dicho que no sirve para nada porque está sucia y dañada.”

-“Sí, es cierto, está sucia y un poco dañada” respondió el señor Ramírez.” No sabemos qué le ha sucedido ni donde ha estado, pero aunque no brilla, el valor de la moneda no ha cambiado. Siempre ha sido de valor y aún lo es. ¡Y debo decirte algo más, tiene más valor porque es antigua!”

Qué interesante lo que hemos escuchado acerca de la moneda de Anita y lo que hemos aprendido. Ciertamente, no podemos opinar acerca del valor de algo sólo por la manera que se le ve o aparenta. Aunque la moneda estaba sucia y un poco estropeada, guardaba en su interior el valor del oro. ¿Acaso te recuerda algo en tu propia vida? Tal vez fuiste maltratada por tus padres o alguna otra persona… Quizás abusada física o sexualmente. No has hecho nada para merecerlo, pero sucedió… o aún está sucediendo.

Puede ser que alguien te ha dicho una y otra vez que no eres buena para nada, que no eres importante, que nadie te necesita… que nadie te quiere.  Hay hombres que dicen a sus esposas  que ya no las quieren más y las abandonan.

A veces sucede en los trabajos, tu jefe te remueve de tu posición laboral y te deja a un lado, o te despide  en el peor momento de tu vida, o cuando más necesitabas el empleo.

Cuando nos tratan mal, comenzamos a creer que no somos dignas, que no tenemos valor, que somos unas fracasadas y sin darnos cuenta comenzamos a actuar de esa manera. Dejamos que esas ideas negativas tomen control de nuestras mentes.

Si permitimos que otras personas nos hagan sentir mal, bien pronto comenzamos a creer que no tenemos valor… que nadie nos quiere… que no somos capaces de lograr nada en la vida, así como opinaban de la moneda de nuestra historia.

Si esa es tu situación, quiero que sepas que eres una persona de valor y no importa lo que otros piensen. Eres única, nadie más es idéntico a ti. Tienes capacidades y talentos que te distinguen de otros. Puede ser cierto que has sufrido mucho, quizás rechazada y te han dicho que no eres buena lo suficiente pero eso no cambia o no tiene que cambiar tu verdadero valor. Muy en tu interior, eres esa persona que tiene buenas cosas para sacar a luz. Y permíteme contarte un secreto y pon atención a esto: Las cicatrices físicas o emocionales que llevas sobre ti, pueden ayudarte a crecer. Has sobrevivido y sobrellevado esos tiempos difíciles… que han añadido mucho a tu experiencia de vida. Como la moneda… bajo la pena, el sufrimiento y el dolor está lo más valioso de ti. Tu verdadero ser y se te abre una gran posibilidad de ver la vida de otra manera y ayudar a aquellos  que están pasando por situaciones similares a las tuyas. Te preguntarás cómo podrás hacerlo.  Cómo lograr ser de ayuda a otros si no puedes contigo misma. Ya te lo diremos, continúa con nosotras.

Tengo una querida amiga que recientemente se divorció después de 25 años de estar casada. Eso me puso muy triste y hemos pasado horas conversando acerca de sus sentimientos. Pero sabes, ella pronto descubrió que no tenía que escuchar más  las horribles palabras de rechazo, enojo y falta de respeto de su esposo. Que no debía mantener en su interior sentimientos negativos por haber sido rechazada por su esposo. En vez del dolor que la embargaba, descubrió que era una mujer de valor y que siempre lo había sido. Su verdadero ser, la mujer de valor que es ha estado sepultado bajo heridas emocionales que ha soportado por largo tiempo.

Le ha llevado tiempo descubrir quién realmente es. Ahora puede creer en si misma otra vez. Ha tenido la ayuda de personas que la conocen y la quieren y ha descubierto que es de valor y única. La buena noticia es que ahora está lista para usar su experiencia personal y su dolor para apoyar a otros y enseñarles que también son de valor.

¿Qué acerca de ti, amiga? ¿Has estado pasando a través de sentimientos de rechazo? Puede ser que no has recibido respeto, no has sido valorada. Encuentras que es difícil ver tu verdadero ser en tus circunstancias. Veremos juntas cómo nuestros sufrimientos pueden llegar a ser de utilidad para nosotras mismas o para alguien más.

! -n (՘h�nidola varicela. Ymantente lejos de los bebés, embarazadas y personas enfermas.

 

Para aliviarte del fastidioso malestar prueba poner compresas frías o calientes; según te funcione mejor.

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