Creador, Señor y amigo

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Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos”.
Juan 15:13

 

¿Sabes quién es Dios? Quizás te preguntes quién o qué es Dios. Si hablas con las personas comprobarás que tienen diferentes puntos de vista acerca de quién es Dios. Algunas personas creen que es alguien que castiga a las personas si hacen algún error y premia a los que hacen el bien. Algunos piensan que es alguien que nos trae buena fortuna, buena suerte o larga vida si tomamos parte en algunos rituales para Él. Otros aun creen que Dios es alguien como nosotros, solo con más poder. ¿Pero quién o qué es Dios realmente? Quisiéramos saber qué nos dice su palabra, la Biblia.

Conozco algunas canciones que describen a Dios como nuestro Señor y gran Amigo. Me gusta cantarlas y sentir que mi alma se eleva al describir su grandeza y poder. ¡Para mí Dios es alguien que dirige mi vida y también es mi amigo! ¿Cómo es esto posible? ¿Te has preguntado quién es Dios? ¿Cómo es su carácter? ¿Cómo podemos relacionarnos con Él? Hay mucho que conocer acerca de Dios y difícil saber por dónde empezar; porque Él es infinito y todopoderoso. Hemos escogido para hablar hoy solo de tres aspectos de Dios. Lo veremos como Creador, como Señor y como amigo.

Dios es nuestro Creador: es quien hizo el universo entero, todo el poder y las fuerzas de este mundo como el viento, las olas, los terremotos, el fuego. Pero también es el creador de las cosas hermosas, pequeñas, como las mariposas, las flores, los pájaros y maravillosos insectos. Todo fue creado por Él y para Él y todos ellos tienen un propósito. Pero más maravilloso aun, nos creó a nosotras. Diseñó y colocó juntas todas las partes de nuestros cuerpos que nos hacen seres humanos. Todas las pequeñas partes trabajan juntas de modo que podamos vivir y respirar, pensar y hablar. Pero lo más maravilloso de todo es que la Biblia nos dice que los seres humanos somos diferentes de todas las otras cosas, seres vivientes y cosas no vivientes que Él ha creado. En el primer libro de la Biblia, el Génesis, capítulo 1 verso 27 se nos dice que “Dios creó a las personas a Su propia imagen”. “Creó pues Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó”. El verso 28 dice que Dios los bendijo y les dijo: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra, sojúzguenla y tengan dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra«.

¿Qué significa que somos hechos a imagen de Dios? En Génesis 2:7 dice: “Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida y el hombre llegó a ser un ser viviente”. Los hombres y las mujeres tenemos conocimiento, entendimiento y la capacidad para comunicarnos. Tenemos emociones y voluntad y podemos relacionarnos. Entendemos lo qué está bien y lo qué está mal, y  somos creativos. Estas son maneras que nos hacen ser semejantes a Dios, porque Él nos hizo así. En el libro de Job (32:8) leemos: “De seguro, el Espíritu de Dios está entre las personas, y el aliento del Todopoderoso que les hace inteligentes”. Dios ha creado el mundo y todo lo que está en él para Su propio placer. Después que ha creado cada cosa, la Biblia nos dice: “Y vio Dios que era bueno”.

Dios también es Señor. ¿Qué significa esto? Notamos al leer la Biblia que después que Dios creó todo y comenzó a relacionarse con las personas, Su nombre cambia a “Señor Dios”. Podemos aprender algunas cosas interesantes acerca de Dios como Señor si miramos en lo que Moisés habló con Dios (Éxodo cap. 3). Moisés era un israelita, nacido en tiempos en que estaban de esclavos en Egipto, hace ya miles de años. Dios escogió a Moisés para guiar a su pueblo a la libertad. Moisés estaba ocupado en sus propios negocios y cuidando las ovejas de su suegro. Dios quiso llamar su atención e hizo que una zarza ardiera sin quemarse o consumirse por el fuego. Cuando Moisés se acercó para mirar qué sucedía, Dios le habló desde la zarza. Dios dijo a Moisés: “No te acerques”, “quítate las sandalias, porque el lugar donde estás parado es santo”. Dios quería que Moisés sacara a su pueblo que estaba sufriendo por el duro trabajo en Egipto. Le dio instrucciones a Moisés pero él tenía miedo y cuestionó a Dios. Quería saber qué le diría a la gente si le preguntaban: «¿Acerca de qué Dios hablas? ¿Cuál es Su Nombre?«. Dios dijo a Moisés: Diles “Yo Soy el que soy”, “Yo Soy me ha enviado a vosotros”. Diles “El Señor, el Dios de tus ancestros, me ha enviado a ti”, “Este es mi nombre para siempre; este será el nombre con que seré recordado de generación en generación”.

Tiempo después, Dios dio a Moisés los Diez Mandamientos para su pueblo. El primero de ellos es: “No tendrás otros dioses delante de mí” (Éxodo 20:3). Estas leyes eran para beneficio de la gente, y Dios esperaba ser obedecido, porque Él es Señor y Maestro. Así que Dios nos creó y es Señor de todo lo que ha creado. Tiene control sobre su creación y puede hacer lo que desee. Nosotras somos su creación y debemos saber que Él está en control y debemos obedecerle. La parte más maravillosa es que Él se interesa por nosotras, nos cuida y quiere lo mejor para lo que Él ha creado. El pleno propósito del Señor nuestro Dios al hablarle a Moisés era, en las propias palabras de Dios: “Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto y he oído su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus sufrimientos. He descendido para librarlos de la mano de ese pueblo… y conducirlos fuera… a una tierra buena y amplia, una tierra que fluye leche y miel” (Éxodo 3:7). Como podemos apreciar, Dios es compasivo con Su pueblo.

Y así llegamos a hablar de Dios como nuestro amigo. La Biblia nos dice que Moisés estaba conduciendo a su pueblo a su propio país. “El Señor hablaba con Moisés cara a cara, de la misma manera que un hombre habla con un amigo” (Éxodo 33:11). ¿Por qué Moisés era tratado como un amigo de parte de Dios? No porque fuera perfecto o poderoso, o siempre obediente sino porque Dios lo escogió y Moisés respondía a Dios dependiendo de Él completamente como de un amigo. Para Moisés ser amigo de Dios era un privilegio que otros no tenían, estaba fuera de Su alcance. Pero sabes que hoy día Dios no está fuera de alcance. ¿Por qué, piensas? ¿Acaso somos perfectas, poderosas u obedientes? No, nada de eso, sino porque Dios nos escogió para ser nuestro amigo, enviando a Jesús a morir por nosotros para quitar nuestros pecados. Sabes que Jesús dijo: “Yo y el Padre una cosa somos” (Juan 10:30). Así que si aceptamos lo que Jesús, el Hijo de Dios, hizo por nosotras Dios llega a ser nuestro Padre, nuestro Señor y nuestro amigo. Jesús dijo a sus discípulos: “Ya no les llamo más mis siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor. Pero les he llamado mis amigos porque les he dado a conocer todas las cosas que oí de mi Padre”  (Juan 15:15).  Y en Juan 15: 13 nos dice: “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos”. Y eso es justamente lo que Jesús, nuestro Señor, hizo por nosotras para que pudiéramos ser sus amigas.

Recuerdo una hermosa y dulce canción que se titula “Oh que amigo nos es Cristo”. Dice «Él llevó nuestro dolor, y nos manda que llevemos todo a Dios en oración. Jesucristo es nuestro amigo, de esto pruebas nos mostró, al sufrir el cruel castigo que el culpable mereció. El castigo de Su pueblo en su muerte Él sufrió. ¡Cristo es un Amigo eterno! ¡Sólo en Él confío yo!”. Es maravilloso saber que Dios es nuestro Creador, nuestro Señor y nuestro amigo. Agradezcámosle por quién es y lo que ha hecho y hace por nosotras. Oremos:

 

Nuestro buen Padre Celestial:
Gracias por ser nuestro Creador y habernos hecho como somos para poder relacionarnos contigo. Gracias por enviar a Jesús a morir por nosotros, cargar con nuestros pecados y darnos una nueva vida. Te agradecemos por tanto amor.
Amén

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