La paz

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Cuando escuchas que alguien pronuncia la palabra ”paz” ¿en qué piensas? Ya hemos oído algunas opiniones ¿cuál es la tuya? ¿Asocias la paz con la manera que te sientes o piensas en la paz mundial? ¿Piensas acaso en tu familia y en la falta de paz en tu hogar? ¿Te gustaría tener una vida más pacífica?
Aún quisieras saber si la paz es posible. Hay conflictos en los individuos, las familias, las comunidades y en todas las naciones. Realmente la paz es necesaria en todos estos niveles.
Es triste saber que hay tantos conflictos que se levantan todos los días en cualquier parte del mundo. Para algunas de nosotras, parecen estar muy lejos. Otras viven en medio del horror diario de la guerra y todo lo que eso involucra: destrucción, muerte, hambre y otras circunstancias tan trágicas. A nadie le gusta vivir en una zona de guerra, pero si no hubiera guerras en el mundo, ¿realmente experimentaríamos la paz? ¿qué piensas?

Desgraciadamente tenemos que aceptar que los conflictos siempre estarán de una u otra manera. Puede ser que tú hagas lo mejor como individuo pero no a todos les interesa seguir el mismo camino hacia la paz.
Siempre habrá conflictos pero siempre existirá la posibilidad que ese conflicto pueda ser resuelto o negociado. De hecho el conflicto es una parte necesaria para el desarrollo humano pero puede ser manejado y en algunos casos puede ser resuelto.

¿Qué hace que las personas tengan conflictos entre si? Debemos saber que los conflictos vienen en diferentes formas. Un desacuerdo entre dos personas, entre el esposo y la esposa, entre hermanos o puede suceder en mayor escala entre peleas de grupos de personas en un país o una guerra mundial.

Si lo pensamos, las causas de los conflictos humanos ya sean pequeñas o grandes, son similares. Los miembros de una familia pueden estar enemistados unos contra otros a causa de una herencia que han recibido y alguno se siente herido por no estar satisfecho con lo que le correspondió y que el trato ha sido injusto para con él o ella. Los países pelean por los territorios y reclaman lo que les pertenece y van a luchar y obtenerlo si es posible por la fuerza.

Entre tantos millones de personas que viven en el planeta parece imposible pensar que cualquiera de nosotros pudiera jugar un rol importante en lograr traer un poco de paz para el mundo. Sin embargo, aprendiendo a resolver nuestros conflictos en un nivel personal ayudamos y aportamos a que haya un poco de paz en el mundo en algún rincón del mismo.

Una de las cosas que aprendemos de primera mano es acerca de las razones porqué peleamos. Solo piensa en tu último conflicto con alguna persona. Puede haber sido con tu esposo o con tu hija o con una amiga. ¿Por qué pelearon? Creo que si pensamos cuidadosamente acerca del porqué tenemos conflictos podremos encontrar ciertos patrones en nuestra propia conducta.

Cuántas veces nos enojamos con nuestros seres queridos cuando hacen cosas que no nos gustan. Si pusiéramos más atención, cuántas no serán las veces que nosotras les ofendemos a ellos con nuestras actitudes. Es decir deberíamos aprender a hablar y dirigirnos a los demás más amablemente, en forma más calma y tranquila. Eso ayudaría a mantener la paz en el hogar.

¿Cómo contribuiría a la paz mundial el hecho de tener paz en la vida hogareña? Dijimos que continuamente hay guerras y conflictos en muchos lugares de nuestro planeta donde también hay hogares, niños y familiares.

Así es. Y esos niños que crecen y se desarrollan viendo día a día esas situaciones luego imitan esa clase de conducta con odios y luchas. ¿Por qué? Porque eso es lo que aprendieron. Nuestro deber es protegerlos del terrible trauma de esta clase de conflictos.

En nuestros hogares los niños aprenden de nosotras. Si la mamá y el papá muestran a sus hijos la manera adecuada de resolver los conflictos cuando suceden, los hijos serán capaces de seguir el ejemplo en todas sus relaciones.

Si nuestros niños pudieran aprender de sus padres y de sus maestros que el hogar y la escuela son lugares donde no hay abuso, no hay engaño, no existen las revanchas, entonces aprenderán a vivir en cooperación con otros y no tendrán actitudes enfermizas de enfrentamientos.

La Biblia enseña que los hijos son como flechas que arrojamos al futuro. ¿Qué han aprendido de ti y de mi? ¿Pelear por cosas insignificantes o han aprendido a poner su parte para vivir en paz con otros, hasta donde sea posible? Como dice la Biblia (Romanos 12:18) “Si es posible en cuanto dependa de ti, vive en paz con todos” Todos podemos ser ejemplos de paz para otros, y especialmente en nuestro hogar para nuestros hijos. Piensa…¿como puedes ayudar en este asunto?

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