“Cuanto más lo pienso,” dijo Van Gogh, “más siento que no hay nada más Verdaderamente artístico que amar a la gente.” Citado por Ken Gire en Ventanas del Alma
Vincent van Gogh (1853-1890) fue uno de los artistas más famosos del siglo 19. Amaba la naturaleza y disfrutaba pintando afuera. Cada vez que se presenta una exposición de Van Gogh en un museo cercano, puedes encontrarme allí caminando alegre y lentamente entre las pinturas y admirando los paisajes de colores brillantes y los tranquilos escenarios.
Una pequeña investigación revela que el comentario de Van Gogh apareció en su carta fechada en setiembre 18 del 1888, a su hermano Theo en el que expresó su sincero agradecimiento por el amable apoyo financiero de Theo. Cuando leí la cita por primera vez, me sorprendió lo artístico que es el amor de Dios. Jesús hablaba continuamente del amor.
Este es mí mandamiento: Ámense los unos a los otros de la misma manera que yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les ordeno. Ya no los llamo esclavos, porque un amo no confía en sus esclavos. Ahora ustedes son mis amigos, ya que les he contado todo lo que el Padre me dijo. No me eligieron ustedes a mí. Yo los elegí a ustedes. Los puse para que vayan y lleven fruto y vuestro fruto permanezca para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre. Él os lo dé.” Juan 15: 12-17.
Por supuesto, el mayor acto de amor de Jesús fue Su muerte en la cruz por nuestros pecados. Vino a esta tierra para mostrar el amor más grande, y Él nos llama y nos manda a “Amarnos unos a otros de igual manera.” Pero, ¿qué significa eso para ti y para mí? ¿Cómo hemos sido llamados para dar nuestra vida los unos por los otros? ¿Estamos llamados a morir? Bueno, puede significar que morimos a nuestros propios deseos y sueños para ayudar a otra persona a lograr sus sueños. Puede significar que morimos a nuestras propias agendas y expectativas para permitir que Dios las dirija. Sin embargo, no necesitamos hacer eso solas.
Me gusta saber que Cristo recuerda a sus discípulos que siempre que seamos llamadas a amarnos unas a otras, podemos acudir a Él y pedirle ayuda. Sé que hay momentos en que lucho por amar a mi familia o amar a mis amigos o vecinos. Y es sólo cuando le pido a Dios que pueda mostrar el amor de Cristo con un corazón puro. El Espíritu Santo trae a mi memoria (Juan 14:26) que aunque aún soy pecadora Cristo murió por mí. (Rom. 5:8). También puedo morir a mi propio tiempo y dar de mis talentos y recursos para bendecir a otros.
A veces es sólo el regalo de estar presente y escuchar a una amiga que está sufriendo. Tal vez sea dar mi dinero para apoyar a un nuevo creyente en su deseo de estudiar más y asistir a un seminario. Tal vez sea hacer una comida o limpiar una casa o simplemente escribir una nota de aliento a alguien que se siente sola y perdida. No se necesita mucho, pero sí se necesita compromiso y obediencia.
Oro para que este mes seas tocada por el amor de Dios por ti. Oro también que seas capaz de mostrar ese mismo amor a otra persona en tu familia, lugar de trabajo o vecindario. Él te ha creado de manera única con una historia que es un retrato de su amor por alguien para que puedas disfrutar. ¿Qué es lo que el retrato de tu vida le dice al mundo sobre el amor de Dios?