Angola, Africa:

Soy una madre soltera que vivo con mis padres y fui la amante de un hombre casado. Fui alcohólica, no tenía un trabajo estable y traje mucho dolor y preocupación a mi familia y a las personas que  me rodean. Un día una socia del Proyecto Ana me visitó y compartió conmigo acerca de Jesús y de Su amor por mi. Algo sucedió conmigo, comencé a llorar y acepté a Jesús como mi Salvador personal. Ahora asisto al grupo de oración y me están enseñando la Palabra de Dios. Mi vida cambió completamente. Rompí  la relación con mi amante y estoy muy feliz con mi nuevo amigo Jesús”

Orissa, India.

“Soy una oyente regular de vuestro programa. El 6 de Agosto vuestro programa hablaba acerca de Dios –nuestro proveedor. Ese mensaje tocó mi corazón y fui animada a tener fe en Dios quien conoce cada una de mis necesidades y que proveerá en el momento adecuado. Sentí que Dios me estaba hablando a mí acerca de mi familia. Por eso decidí tener una relación más estrecha con mi Señor orando y leyendo la Palabra de Dios. Aunque el enemigo está creando muchos problemas en mi familia yo sigo orando y confiando en la protección de Dios. El Señor está escuchando y respondiendo a mis oraciones. Les pido que tengan la amabilidad de orar por mi esposo e hijo para que ellos  sean capaces de vivir una vida centrada en Cristo”

Albania:

“Yo le entregué mi vida a Jesús cuando era una estudiante y mi profesor me ayudó mucho para conocer más acerca de Jesús y la fe en Cristo. Cuando volví a mi casa y a mi pueblo no tuve más contacto con la fe cristiana, hasta que descubrí una radio cristiana. Fue una gran bendición para mi. Mi esposo no es cristiano y él vive en Italia como un inmigrante, yo vivo en casa con mis parientes y tengo un hijo que es el fruto de muchas oraciones. La historia de Ana en la Biblia me recuerda la gran misericordia y gran amor del Señor. Desearía que los programas salieran todos los días y no só0lo una vez por semana. Su programa Mujeres de Esperanza es como una medicina para mi espíritu. Yo le doy gracias al Señor que nunca nos abandona aún cuando nosotros a veces nos alejamos de El.”

Myanmar:

“Mi hija vivió tan sólo cuatro meses. El resultado del exámen de sangre de mi hija dio VIH positivo. Mi sangre también es VIH positivo. Debido a nuestras dificultades económicas, no pudimos pagar los gastos de un funeral. Tuvimos que dejar su cuerpo en la sala mortuoria. Lo único que podíamos hacer era orar ya que no podríamos jamás comprar las medicinas. Sólo el eterno Dios viviente puede hacer algo. Encomendamos nuestros cuerpos en las manos del Señor y oramos. Por favor ore para que mi hijo mayor sea VIH negativo. Oro cada día por cada motivo de oración del calendario que usted me envía. También oro por vuestra misión. Me agrada mucho oir la voz de ustedes por la radio.”