Que la integridad y generosidad llene a «los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.» (1 Timoteo 2:2). «Como los repartimientos de las aguas, Así está el corazón del rey en la mano de Jehová; A todo lo que quiere lo inclina.» (Proverbios 21:1).