31 de Agosto
31 agosto 201207 de Setiembre
7 septiembre 2012Querida amiga:
Imagínate un coro de 40.000 voces cantando al unísono en más de 70 idiomas en 120 países, resonando 24
horas por día, siete días a la semana. Y tú eres parte de él cuando te unes a nosotras en oración. El calendario
de oración de Proyecto Ana es usado diariamente desde las grandes ciudades en las Américas hasta las remotas
villas Africanas, en iglesias y universidades en Europa hasta en las prisiones en Asia. Mujeres- hombres
y jóvenes orando por el mismo pedido de oración para que alcance el Trono de la Gracia de Dios, en un
inquebrantable, poderoso coro de intercesores fieles y llenos de fe. ¡Pensamiento sobrecogedor! A través de la
oración, tú y yo podemos tocar el corazón de Dios e impactar nuestro mundo para Cristo.
Necesitamos mantenernos cantando aún cuando la música es disonante y no tan fácil. Por favor, continúa
prestando tu voz a aquellos que no tienen voz o una oración para decir por ellos mismos. El hermano Andrés,
fundador de Puertas Abiertas escribió: “Dios nos invita a influenciar nuestra comunidad, nuestra nación y el
mundo- para- literalmente dirigir la historia, mientras estamos sobre nuestras rodillas.” Eso es exactamente
lo que experimentó Ana cuando ella oró en angustia ante Dios (1ª. Samuel 1:10.18) Dios, no sólo contestó
su pedido por un hijo pero también le dio la gracia de producir al más grande profeta y juez de su tiempo.
En realidad, “la ferviente oración del justo obrando eficazmente, puede mucho.” (Santiago 5:16b) ¡Nuestras
oraciones pueden liberar algo del poder de Dios en una situación o vida que de otra manera jamás podría
experimentar Su toque!
Alguien dijo: “Hay una influencia y poder en la maternidad.” ¡En realidad, las madres imprimen sus huellas
sobre toda la vida de sus hijos! Así que oremos para que las madres de todo el globo, respondan a este serio
llamado de Dios- ser Sus manos para moldear la próxima generación. Pidámosle a Dios que nos permita y nos
ayude proclamar la verdad transformadora de Jesús a las madres. Porque sólo Jesús puede librarlas del pecado y
la destrucción. Oremos confiadamente sabiendo que nuestro Dios está en la empresa del perdón y restauración
y creyendo que la luz de Cristo es aún más fuerte que la noche oscura que estas mujeres tienen que enfrentar.
¡En realidad, Jesús puede salvarlas completamente! Por esta razón, oremos no perdiendo el ánimo, porque a su
debido tiempo, cosecharemos, si no desmayamos. (Gálatas 6:9)
¡Esto será música para los oídos de Dios!
En el coro contigo.
Marli Spieker
Directora-Fundadora del Ministerio Global,
Proyecto Ana