Cada viernes, Asmarina* y su amiga eritrea se reúnen en su iglesia en una gran-de ciudad en Suecia para orar juntas. Por muchos años ahora, también han sido parte de la red de oración global de RTM Mujeres de Esperanza. La historia de su devoción es inspiradora.
“Llegando a Suecia como una refugiada fue difícil ya que no podía hablar el idioma ni comprender cómo funcionaba su sociedad,” dijo Asmarina. “Era tan diferente a Eritrea.”
Habiendo dejado todo atrás, Asmarina aprendió que nuestro Padre es un Dios que restaura lo que ha sido dejado atrás y trae la plenitud a cada parte de nuestras vidas. En 1986, llegó con su familia a Suecia y descubrió que la nación era un “bueno, seguro y humanitario país que realmente cuidaba de sus ciudadanos.” Agradecida por todo el apoyo y ánimo que recibieron, la familia agradeció a Dios por proveerles.
Asmarina y su amiga eritrea se reunían cada semana para orar juntas y leer la Palabra de Dios- una reunión que ha sido cambiada a online durante la pandemia. Hoy ellas visitan a los enfermos, a aquellos que han perdido la esperan-za en la vida, aquellas que han perdido miembros de la familia y a muchos otros. Visitan a las mamás que acaban de dar a luz y bendicen a los recién nacidos. Alcanzando más allá de su grupo de la iglesia, las mujeres visitan a cual-quiera que necesita apoyo y oración.
El número de participantes en el grupo de oración está constantemente en cre-cimiento ya que amigas y vecinas llegan a ser parte de esta comunidad. Donde sea que este equipo de mujeres que oran vayan, ellas están haciendo la obra de Dios y tocando las vidas de las personas.
Nuestra coordinadora nacional sueca invitó a Asmarina y a otras dos que se reúnan con ella para asistir a una conferencia de RTM Mujeres de Esperanza en Bratislava de modo que pudieran aprender más acerca del ministerio. Inspiradas por lo que absorbieron, este equipo Eritreo de tres regresó a Suecia con el objetivo de traducir el calendario de oración a su idioma propio del corazón, Tigrinya. Querían compartirlo con otras refugiadas de Eritrea en Suecia. Unidas a otra amiga ahora, dos de ellas completan la traducción cada mes, y las otras dos distribuyen los calendarios de oración.
Lo que ellas hicieron no lo supieron hasta el tiempo en que se vio cuán lejos llegaron sus esfuerzos. No sólo el calendario traducido bendice a muchas vi-viendo en Suecia mientras oran por las necesidades alrededor del globo, sino también es enviado a Etiopía, donde es usado por el equipo de oración eritreo en esa nación de África.
Y las bendiciones no terminan allí. Ha-ben*, una de las traductoras, es apasionada en orar por la salvación de la gen-te de Suecia.
“Dios ha tocado mi corazón con tal gratitud por el pueblo sueco,” dice Haben. “La oración ha llegado a ser mi don.”
Los suecos originalmente introdujeron el evangelio en Eritrea. Hoy, sin embargo, Suecia es uno de los países más secularizados en el mundo.
Nuestra coordinadora nacional de RTM Mujeres de Esperanza ha sido bendecida por este equipo Eritreo y cómo oran amorosamente por su anfitrión país . Estas mujeres que enfrentan grandes desafíos pero fueron restauradas por Dios en su país de refugio ahora devuelven la bendición mientras oran que su Padre en los cielos restaure al pueblo de Suecia.
*Un pseudónimo para proteger su
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