Editorial de Marzo 2006 – por Marli Spieker

«Depresión»
1 marzo 2006
«Te necesito Cristo»
6 marzo 2006

Queridas fieles intercesoras:

Cuando les escribo cada mes experimento dos fuertes sentimientos aparentemente contradictorios.
Por un lado mi corazón está apesadumbrado por cosas acerca de las cuales ni quisiera pensar como por ejemplo el tema en el cual se enfocan nuestras oraciones este mes; la esclavitud moderna.
Pero por otro lado mi corazón sonríe cuando pienso en la fidelidad y compañerismo con ustedes. La Palabra de Dios nos dice en Colosenses 4:2, «Nunca se cansen de orar. Oren siempre. Aguarden las respuestas de Dios y no se olviden de dar gracias cuando lleguen».

Debemos continuar en esta disciplina y tratar de traer una sonrisa al rostro de nuestro Padre Celestial. Y este mes debemos de insistir en la oración porque Satanás, el enemigo contra quien estamos es un malvado universal, que está envenenando el alma de casi cada nación en este planeta.

Para la mayoría de quienes leen esta carta, hablar de esclavitud es un tema que está solamente en los libros de historia. Desafortunadamente tenemos que decirte que la esclavitud en estos días modernos es un problema mundial que tiene a millones de personas viviendo en horribles condiciones.
¿Cómo es que alguien hoy día puede y se atreve a forzar a otro ser humano para que sea su esclavo, infligiéndole abusos, golpes y toda clase de indignidades?
Esto es lo opuesto al propósito de Dios para la humanidad creada a su imagen. La esclavitud es diabólica en su naturaleza. Desde la caída, el hombre llegó a ser un esclavo del pecado, la raíz de esta cruel e inhumana forma de violación a los derechos humanos.

El Calendario de oración de Proyecto Ana tiene el propósito de ayudarle a orar más inteligentemente. Cuando leo la página de información y los pedidos de oración, estoy tentada a pensar que esto es una «Misión Imposible». Debo recordar lo que dice la Biblia; «Con Dios todas las cosas son posibles». ¡Su poder liberado a través de nuestras oraciones puede cambiar al mundo! ¿Lo crees? ¡Yo sí!

No alcanzo a comprender porqué Dios nos escogió para involucrarnos en su maravillosa obra a través de la oración. Pero, fué Jesús mismo quien, cuando vió las multitudes sufrientes les encomendó a sus discípulos… «Oren que el Señor de la mies consiga más obreros para los campos» (Mateo 9:38). Hoy les estoy pidiendo que hagan exactamente eso. Pidan al Señor por más fieles intercesoras que se pongan en la brecha por las mujeres en este mundo que están sufriendo bajo las tiranías tales como el tráfico y la esclavitud.

Que podamos ser animadasy bendecidas mientras «nos dedicamos a la oración, siendo vigilantes y agradecidas» por las respuestas que Dios nos dará.

En Su amor,
Marli Spieker

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