Libro Santo, tan precioso, fundamento de la fe;
de los padres fuiste ancla en sus luchas de ayer.
¡Cuánto aliento en El hallaron y consuelo por Jesús!
Fortaleza en el martirio y victoria por la cruz.
Libro santo, tan precioso, fundamento de la fe;
De mis hijos sé el escudo que proteja como ayer.
Muéstrales la gran historia del Señor, el buen Jesús;
dales fe en la dura lucha, y victoria por la cruz.
Frente a tan grande tesoro, hoy tan puro como ayer,
nuestras almas hoy se aferran con los brazos de la fe.
Danos, Padre eterno y fuerte, la victoria de la cruz;
a través de la Palabra contemplemos a Jesús.