«Poder»

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No temas creyente que yo soy contigo
En horas de lucha y en horas de calma,
En marchas forzadas, en prueba y peligro
Y en las largas noches regadas de lágrimas.

No desmayes nunca: Que Yo soy tu Dios,
El Dios que te esfuerza en todo el camino.
¿Acaso precias más vara y cayado
A través del valle, débil peregrino?

Te ayudaré siempre, te daré sustento;
Colmarte de bienes será mi delicia
Con ésta mi diestra que creó los cielos,
mi diestra horadada de amor y justicia.

Soy como la madre velando al pequeño
Que ase fuertemente la manita amada,
Sólo que mi mano sostiene los mundos
Sofrena los mares, hende las montañas.

No temas; no temas que Yo soy contigo,
No desmayes nunca que Yo soy tu Dios.
¿Acaso precisas más vara y cayado
Que te infunda aliento, oh, hijo de Dios?

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