El alcoholismo

El Señor enjugará toda lágrima
11 marzo 2008
Editorial Marzo 2008
12 marzo 2008

La vida puede ser escabrosa. Todas nosotras manejamos las dificultades de diferentes maneras. Algunas de nosotras nos preocupamos. Algunas lloramos más que otras…algunas eligen dormir para escapara a lo que realmente está sucediendo. Y están aquellas que confían en una amiga u oran a Dios.

Existen maneras saludables al manejar nuestras situaciones y están aquellas que son dañinas. Hoy estaremos hablando acerca de una manera específica, no saludable que tiene la gente en manejar sus problemas y me refiero a la botella. Al licor, al alcohol, a la bebida,…como quieras llamarlo, todo lleva a lo mismo: consumir por demás y llegar a estar alcoholizada o borracha como para escapar de los problemas de la vida.

¿Por qué las mujeres en particular se vuelven a la botella cuando la vida se torna difícil?

Las investigaciones han demostrado que a menudo las mujeres toman porque la vida ha llegado a ser insoportable. En otras palabras no lo hubieran hecho sin sus circunstancias. La soledad, tristeza, estrés, el insomnio, relaciones dolorosas, nerviosismo, baja estima, el abuso sexual y físico y la depresión pueden contribuir a que una persona se haga adicta al alcohol. Otras posibles razones son: un padre alcohólico y la presión social que para sentirte aceptada debes beber.

Pese a los factores sociales, se da que la mayoría de las mujeres beben y sufren solas. La dependencia del alcohol generalmente se desarrolla como una incontrolable enfermedad luego de un período de tiempo. Al principio, una mujer adquiere una tolerancia al alcohol y puede llegar a necesitar cada vez más del licor para lograr el efecto. La mente comienza a fallar. Beber llega a ser incontrolable y la esclavitud a la botella llega a ser una realidad. En otras palabras la persona ya no podrá ser capaz de parar de beber cuando quiera.

Los efectos de la dependencia del alcohol van más allá de su control mental, también dañando a su cuerpo. Escucha atentamente los daños que pueden ser hechos mientras la adicción progresa. Beber irrita el estómago y lesiona sus mucosas que le causan náuseas y vómitos. Los nutrientes de los alimentos no pueden ser absorbidos y esto conduce a las deficiencias nutricionales. Los órganos más vitales como el hígado y el corazón también reciben daños permanentes y una mujer puede llegar a cesar su período menstrual.

Si una mujer toma y está embarazada, la salud de su bebé está en peligro. No debes tomar ninguna gota de alcohol mientras estás embarazada. Los resultados por consumir alcohol durante el embarazo son devastadores y tendrán efectos duraderos sobre el bebé al nacer.

El niño que está expuesto al alcohol en el seno de su madre desarrolla el síndrome fetal del alcohol. Este síndrome fetal del alcohol es la causa número uno del retardo mental en los hijos de alcohólicos. Las personas que nacen bajo el efecto de este síndrome tienen más problemas con la ley, son incapaces de vivir independientemente, tienen problemas de aprendizaje, exhiben conductas sexuales inapropiadas y llegan a ser adictos a la droga y al alcohol.

Además de los daños mentales, estos niños desarrollan malformaciones en su cuerpo: cabeza más pequeña, labios deformados, rostro mal formado, nariz defectuosa y problemas en las orejas y oídos.

Como ves, con la adicción al alcohol nadie gana, y los problemas no se resuelven. Más y más mujeres se entregan a la bebida para aliviarse de los dolores del diario vivir. Como ya hemos visto esta no es la solución. Si no has comenzado a beber, no lo hagas. Complicarás más tus problemas cuando tu salud comience a fallar y llegarás a ser dependiente de esa sustancia. Si has comenzado a beber el camino de regreso a tu bienestar será difícil pero bien vale sus esfuerzos. No solo por ti, sino por tus amigos y tu familia.

La mayoría de las personas que beben, viven en negación. No reconocen que están controlados por su adicción al alcohol. Teniendo esto en mente, el primer gran paso que un alcohólico debe dar es reconocer que él o ella tienen un problema.

¿Qué acerca de ti? ¿Te encuentras dentro de esta descripción?

1- ¿Quieres dejar de tomar y encuentras que no puedes hacerlo?

2- ¿Tienes familiares o amigos que una y otra vez te dicen que debes controlar tu hábito de tomar?

3- ¿Debes recurrir a la botella para evitar el temblor?

4- ¿Te han aparecido otros problemas de salud que tu bien sabes que están relacionados con la bebida?

5- ¿Cuando bebes tu comportamiento y actitudes hieren a tu familia y trastornan el ambiente hogareño?

6- ¿Pierdes clases, horas de trabajo u otras obligaciones por haber bebido?

7- ¿No puedes recordar las horas o los días cuando has estado bebiendo?

8- ¿Has pensado que tu vida sería mejor si no tomaras?

Solo la persona que tiene el problema puede y debe reconocerlo…y la única solución es dejar de tomar completamente. Es importante consultar al médico mientras pasa por este proceso de modo que su salud sea controlada. El médico puede recomendarle también algún grupo de apoyo a donde pueda concurrir.

Si eres tu la del problema, lo importante es recordar que no debes enfrentarlo sola. Confía y apóyate en alguien de tu familia o en alguna amiga querida. Consulta a tu médico y por sobre todo ora a Dios. Ora para que Dios te ayude a abstenerte del alcohol y te sane mientras confías plenamente en El. Dale tus problemas al Señor, no trates de resolverlos por ti misma entregándote a la bebida. Dios, el creador del Universo y de tu vida, se interesa en ti y puede proveer más abundantemente de lo que le pidas o te imagines. Si has estado bebiendo para librarte de los problemas de la vida quiero que nos escribas. Queremos ayudarte, comunícate con nosotras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *