Puesto estoy en tu altar, oh divino Señor,
Mi obsequio acepta hoy por amor de Jesús.
No tengo joyas con qué darte honor
Ni del mundo fama que irradie luz.
Más te traigo en mis manos temblorosas
Mi voluntad, aunque pequeña es;
Pero tú, que conoces las cosas,
Quiero que a mi entrega tu aceptación des
Estando tú en mí podrás contemplar
Luchas de pasión, visones de solaz,
Todo cuanto soy, todo mi desear,
Amor y esperanzas, y otras cosas más.
Lágrimas, suspiros en mi alma hay
En nudo apretado de acerbo dolor;
Quiero ante tu estrado mi oración elevar:
Haz tu voluntad y no la mía, Señor.
Mi voluntad completa, oh Padre, te doy,
Fúndela en la tuya, de tal manera,
Que aun cuando me asedie la desesperación
Y entonces llamar a la muerte yo quiera,
Me sienta no obstante, tan cerca de ti,
Que vuelva a la vida, al amor, a la fe,
Y que otra esperanza renazca en mí,
Que nuevas victorias en la lucha me dé.