Querida intercesora:
Mientras escribo esta carta, me encuentro en Ciudad Cape, asistiendo al Tercer Congreso Lausana sobre Evangelización Mundial. Uno de los tópicos de este histórico congreso es acerca de encarnar el amor transformador de Cristo. Para buscar la justicia bíblica como la practicamos según la definición de Santiago de la religión pura: cuidar de los pobres, las viudas y los huérfanos.
Desde el comienzo de Proyecto Ana, ha sido mi deseo capacitar, animar y ayudar a las mujeres quebrar el ciclo de pobreza en sus vidas. Oro también por nosotras para que podamos capacitar a las mujeres orando por eso diligentemente, y a través de microempresas, educación y consejos prácticos para sus vidas diarias. Estas actividades solas, sin el mensaje de salvación de Cristo, nunca renovarán y transformarán sus corazones heridos. Sabemos muy bien que la transformación viene sólo a través de una fe personal en Jesús. Cuando eso sucede, la nueva relación con Dios crea una nueva relación con la gente y como consecuencia tiene un profundo impacto social. Por favor ora conmigo por estos temas durante este mes.
Cristo Jesús dice: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo dice: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más grande que éstos.” (Marcos 12: 30-31)
Oremos con gratitud por los ministerios de misericordia de los fieles equipos de Proyecto Ana alrededor del mundo. El equipo anima y enseña nuevas habilidades a las mujeres alcanzándolas de muchas maneras prácticas, y Dios está bendiciendo sus esfuerzos. Eso es la naturaleza de misericordia. Cuando recibimos misericordia somos compelidas a darla de nuevo a otros a nuestro alrededor. Mientras oramos y permitimos al Espíritu de Dios que nos mueva, no podemos hacer otra cosa sino servir a aquellos que están en necesidad a nuestro alrededor. Eso es exactamente lo que está sucediendo por todo el mundo a través de tus fieles oraciones. ¡Gracias!
Gracias también a Dios por hombres que tienen “cerebro con forma de corazón” y están obedeciendo el mandato de Jesús de amar a sus prójimos. Ellos están proveyendo apoyo logístico esencial, financiero y espiritual al Ministerio de Proyecto Ana. Quiera Dios bendecirnos a todos mientras oramos que Dios abra aún más oportunidades para llegar a nuestro quebrado mundo. Dios recibirá la gloria cuando el mundo vea nuestras buenas obras.
Gracias, querida amiga, por tu fiel apoyo en oración y finanzas para este bendecido ministerio. Quiera Dios ayudar, proteger y recompensar el trabajo de amor que haces mes a mes sobre tus rodillas por mujeres desengañadas y sufrientes que están buscando la verdad.
Orando contigo con gozo,
Marli Spiecker
Directora/Fundadora Ministerio Global
Proyecto Ana. Radio Trans Mundial
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Queridas hermanas de PROYECTO ANA.
Estoy agradecida y admirada de la Gracia que Dios ha puesto en sus vidas para llevar adelante este Proyecto.
He recibido fielmente los boletines de oraciòn a lo largo de todo el año (y aùn en el mes de diciembre con almanaque incluido). Tambièn he orado junto con mi esposo en nuestro devocional, por cada peticiòn. Nos es ùtil no solo para interceder, sino que nos informa de lo que ocurre en otros lugares, de las diferentes necesidades de las cristianas en la Tierra. Y sobre todo està en nuestro corazòn orar para que se fortalezcan y no desmayen aquellas traductoras a tantos idiomas que desconozco y hasta me cuesta pronunciar el nombre del idioma. La importantìsima tarea de llevar la Palabra de Dios a quienes no la conocen con una luz de esperanza en medio de tanta tiniebla en la que han vivido por años.
Por esto y mucho màs, reitero mi agradecimiento por permitirme conocer necesidades para presentarlas a nuestro Dios, que sabemos escucha, y ser parte aunque milèsima, pero parte al fin, de la red de intercesores por este proyecto.
Deseo un feliz año nuevo con renovadas fuerzas para seguir trabajando en la extensiòn del Reino a travès de esta herramienta maravillosa para las mujeres, que es PROYECTO ANA.
Dios continue bendicièndolas.
Alicia Ituarte.