Las mujeres que estén dispuestas a cambiar sus prioridades, horarios, relaciones y todo lo demás que les impide seguir la voluntad de Dios. «Muéstrame oh Señor, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad y enséñame, porque Tú eres el Dios de mi salvación. En ti he esperado todo el día» (Salmo 25:4-5).