“No temáis, porque he aquí os doy buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que hoy en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. Y esto os servirá de señal. Hallaréis al niño envuelto en pañales, y acostado en un pesebre.”
Creo que todas estamos cansadas de escuchar malas noticias, por tanto lo que vamos a compartir ahora es la real historia dela Navidad. Queremosque la escuches directamente de la Palabra de Dios, la Biblia y de la manera que la contó el Dr. Lucas, el médico amado que escribió uno de los evangelios sobre la vida de Jesús.
(Lucas 1: 1-4) Muchos han intentado poner en orden un relato acerca de las cosas que han sido ciertísimas entre nosotros, así como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros dela Palabra. Así que hice un estudio cuidadoso de cada cosa y luego decidí escribírtelas y contártelas exactamente como sucedieron, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.
Lucas menciona a Teófilo- ¿Me pregunto porqué le habrá escrito a él?
Lucas lo llama excelentísimo, por tanto debió ser una persona honorable, algún gobernante oficial, quizás interesado en saber quién era Jesús. Habrá escuchado algunas cosas así que decidió preguntarle a su amigo el Dr. Lucas que hiciera una investigación a fondo y le escribiera. Y así lo hizo Lucas en su evangelio:
(Lucas 1: 5-25)
“Cuando Herodes era Rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías y su esposa Elizabeth. Ambos eran buenas personas y agradaban al Señor Dios, obedeciéndole en todo lo que Él les pedía. Pero, no tenían hijos y ambos eran ancianos. Aconteció que, cuando Zacarías ejercía el sacerdocio delante de Dios, en el turno de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó ministrar en el templo del Señor. Toda la multitud del pueblo estaba fuera, orando a la hora del incienso. Entonces el ángel del Señor se le apareció, puesto de pie a la derecha del altar del incienso. Zacarías se turbó cuando le vio y el temor se apoderó de él. Pero el ángel le dijo:
¡No temas, Zacarías! Dios ha oído tus oraciones. Tu esposa Elizabeth tendrá un hijo y le llamarás Juan. Tendrás gozo y alegría y muchos se gozarán de su nacimiento, porque él será grande delante del Señor y será lleno del Espíritu Santo, aún desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel vuelvan al Señor su Dios. Y a causa de Juan, los padres serán más previsores con sus hijos. Y el pueblo que ahora desobedece a Dios comenzará a pensar de forma más prudente, para preparar para el Señor un pueblo apercibido.
Zacarías dijo al Ángel: ¿Cómo podré estar seguro de esto? Pues yo soy viejo, y mi esposa es de edad avanzada. El ángel le respondió:
“Yo soy Gabriel, el ángel que sirvo delante de Dios y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.”
Cuando el tiempo del servicio de Zacarías en el templo acabó, él se fue a su hogar. Pronto después, su esposa concibió un bebé y se recluyó por cinco meses, diciendo:
“Lo que ha hecho el Señor por mi, ha quitado mi afrenta entre los hombres.”
El ángel habla acerca del nacimiento de Jesús: (1:26-38)
Un mes más tarde Dios envió al ángel Gabriel a la ciudad de Nazareth en Galilea con un mensaje para una joven virgen llamada María. Estaba comprometida con José de la familia del Rey David. El ángel saludó a María y le dijo:
“Eres muy favorecida, el Señor está contigo.”
María se turbó por las palabras del ángel y se preguntaba qué clase de salutación sería ésta. Entonces el ángel le dijo:
“¡No temas, María! Porque has hallado gracia ante Dios He aquí darás a luz un hijo y llamarás su nombre Jesús. Éste será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David. Reinará al pueblo de Israel por siempre y Su reino no tendrá fin.”
María preguntó al ángel:
¿Cómo será esto, porque no tengo marido?
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también el Santo ser que nacerá será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Elizabeth va a tener un hijo aunque ella es anciana Nadie pensaría que ella pudiera tener un bebé, pero en tres meses más, tendrá un hijo. “Nada es imposible para Dios”
María dijo:
“Soy la sierva del Señor. Hágase conmigo conforme a tu palabra.”
Y el ángel la dejó.
María visita a Elizabeth: (Lucas 1:39-56)
Pocos días después, María fue de prisa a una ciudad en la región montañosa de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Elizabeth. Cuando Elizabeth oyó el saludo de María, el bebé saltó dentro de ella.
Y Elizabeth fue llena del Espíritu Santo y exclamó a gran voz y dijo:
¡Dios te ha bendecido más que a otras mujeres! También ha bendecido al Hijo que llevas. ¿Por qué la madre de mi Señor ha venido a mí? Porque he aquí que cuando llegó a mis oídos la voz de tu salutación, el bebé saltó de alegría en mi interior. El Señor te ha bendecido porque creíste que Él cumpliría Su promesa.”
(Canto de Alabanza de María) (Lucas 1: 46 al 55)
Entonces María entonó una canción de alabanza al Señor:
“Engrandece mi alma al Señor;
Y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,
Él cuida de mí, su sierva humilde,
Desde ahora, todos me tendrán por bienaventurada,
Porque Dios el Todopoderoso,
Ha hecho grandes cosas conmigo,
Su nombre es Santo
Y Su misericordia es de generación en generación
Para los que le adoran…
No olvidó Su promesa de ser misericordioso,
Se lo prometió a nuestros antepasados,
A Abraham y su familia por siempre
María se quedó con Elizabeth como tres meses y luego regresó a su casa.