Usando el masaje en tu familia

21 de Enero
21 enero 2013
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Las clínicas de masajes están de moda en cualquier ciudad importante que visites. Seguramente donde vives habrá una de ellas. Recibir masajes después de un estresante día de trabajo produce una sensación de agradable  bienestar.  Pero, no todas podemos acceder a esas clínicas donde se debe pagar una tarifa y a veces muy altas. ¿Nos quedaremos con las ganas? No-  Por eso hoy te proponemos  masaje en casa. Y cuando vayamos desarrollando el tema verás que toda la familia desde el bebé y hasta los abuelos, todos pueden tener un tiempo de bienestar y de relax.

El masaje es una manera sencilla y cariñosa de cuidar a nuestra familia. Creo que todos fuimos creados con esa necesidad de sentir el toque de amor de un ser querido. Un masaje, una palmada en la espalda, un abrazo son maneras de decirle al otro que nos interesa. Creo que hay muchas personas en este mundo carentes de un toque cálido y suave en su cuerpo y en su piel. Estoy segura que todas aprenderemos algo útil a lo largo de este programa.

Mi amiga Alejandra que es madre de tres niños y a su vez trabaja como masajista médica nos ha compartido lo que ella hace con su pequeño bebé. Enseguida de bañarlo y antes de vestirlo lo masajea con un suave aceite para la piel del pequeño. Eso permite que la piel se mantenga suave y el niño lo disfruta. Alejandra frota la espalda, los brazos y las piernitas con mucha suavidad y cariño. Eso lo hace por la noche y es una manera de preparar al bebé para que esté calmado y distendido para dormir. También le hace masajes en la pancita si está constipado o tiene algún dolor en los intestinos.

Ella nos dijo que la mejor manera de hacerlo es siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Es la manera en que el intestino largo está dispuesto en el cuerpo. La presión de los dedos sobre el cuerpo del niño debe ser muy suave, nunca fuerte y puedes hacer círculos sobre la panza-

Alejandra nos dijo que ella disfruta haciendo masajes a su bebé porque pasa un tiempo productivo con él. Que mientras lo hace le habla y se ríe con el niño y que es una manera en que ella descansa también.

Nuestra amiga tiene dos hijos un poco más grandes, de 5 y de 10 años. El trato con los más grandes es diferente a como lo hace con el bebé. Ella nos dijo: “Me gusta consolar a mis hijos tocándolos, pero no les doy un masaje completo como lo hago con el pequeño. A veces si les duelen las piernas por haber corrido mucho o sienten sus músculos tensos, yo les puedo ayudar un poco con algún masaje. Mi hija Adela al acostarse por las noches, me pide que le frotela espalda. Nouso ningún aceite pero sólo al pasarle suavemente mi mano, ella logra dormirse. Está creciendo muy rápido y a veces le duelen las piernas  y quiere mis masajes también allí. Y mi hijo de 10 años es muy activo, no le gusta mucho los masajes porque le hace cosquillas. Sólo un masaje suave en la espalda.

Algunas amigas quizás se pregunten si tienen que hacer un curso y aprender a hacerlo. Alejandra nos dijo que en realidad no es necesario hacer un curso de masajista para esos masajes suaves que requieren los hijos. Que en realidad es una parte natural de ser madre y querer demostrar el amor a sus hijos. Si a ti te gusta recibir masajes de alguien eso te ayudará a entender lo que podrías hacer por tu hijo. Mientras disfrutas de esta canción pon en práctica lo que hemos hablado.

En nuestro programa Mujeres de Esperanza, estamos hablando acerca de cómo podemos disfrutar junto a nuestros pequeños hijos haciéndoles masajes. Vimos que eso nos pone muy en contacto con los niños en todo sentido. Permíteme que te pregunte: ¿Acostumbras usar los masajes con tu familia? ¿Lo haces con tu esposo, si lo tienes o él lo hace contigo? ¡Cuán a menudo llegamos del trabajo con dolor en los músculos, la espalda o los brazos!  Quisiéramos sentir una mano frotando nuestra espalda para aliviar el dolor.

Sí, los masajes te hacen sentir muy aliviada y mimada. Cuando lo haces, eso ayuda a tu cuerpo a sanar.  Al frotar un músculo permites que más sangre fluya al área afectada, llevando más oxígeno y nutrientes a las células allí, que a su vez barren las toxinas o basuras. Ayuda a que los músculos se recuperen más pronto y se alivien de las tensiones en esa área. Al principio notarás que está muy tenso y endurecido, pero poco a poco irá cediendo y aflojándose.

Si eres una persona que haces trabajos pesados todo el día como cargar cajas, bolsas o si permaneces muchas horas en la misma posición, como los trabajos de oficina, al final del día te sientes muy tensa y dolorida. Si al llegar a tu hogar, tienes a alguien que masajee tu espalda, sentirás un gran alivio. Si tienes esposo, es una buena manera de demostrarle tu amor a él y viceversa, él a ti.

Pues te diré que es un trabajo difícil masajear  a un adulto. Debes cuidar la posición, no estar demasiado inclinada para no cansarte. Es importante tener un lugar, ya sea una mesa o una cama a cierta altura para poder estar al lado para masajear con los brazos correctamente extendidos  para cansarte lo menos posible.  Es necesario que la persona se acueste sobre una superficie firme con algún acolchado para que sea más confortable. Luego es importante usar tu cuerpo para hacer el trabajo y no sólo los dedos y brazos. Es mejor doblar las piernas y no la espalda para realizar el masaje.

Si tienes en casa un familiar anciano y que ya no se levanta de su cama, hacerle masajes resultará una buena cosa para tratar de mantener sus músculos saludables. Como hemos mencionado ya, los masajes ayudan que la sangre fluya al lugar afectado. Al tratarse de una persona anciana es necesario frotar con suavidad. Le ayudará también mover las uniones, doblar sus rodillas y mover sus brazos y cintura en lo posible. Haz lo mismo con su muñeca, codos y hombros.  Es importante para una persona que ya no camina, ayudarle a realizar  movimientos lo más posible, para que no pierda totalmente su movilidad. Estoy segura que los ancianos disfrutan si les haces masajes. Es también una demostración de cariño hacia ellos que les hace sentir mejor.

Sí, el masaje es una manera cariñosa de demostrarle a alguien que le interesas. Vale la pena hacer el esfuerzo, ya sea que se trate de tu bebé o de otra persona querida, ya sea anciana o joven. Esperamos que puedas aplicar estas sugerencias ya mismo con quienes tienes más cerca.

zo e��s h�c�ísicos a través del trabajo dela doctora Catherine.

 

Ella ha hecho todo esto porque un día escuchó el llamado de Dios y fue obediente a ese llamado de mostrar amor a mujeres cuyas vidas eran muy tristes. Y todo el tiempo, hasta ahora Catherine gusta de dedicar algo de su tiempo para hablar con Dios por medio dela oración. Diosla ha honrado y la ha usado para hacer una gran diferencia allí en Etiopía.

Este hermoso testimonio me ha llevado a preguntarme: ¿Estoy dispuesta a permitir que Dios me use con las habilidades que puso en mi vida? ¿Estoy dispuesta a hacer la diferencia en el lugar donde estoy, aunque sea en cosas muy pequeñas?

¿Quieres orar conmigo y decirle a Dios…

Querido Dios: Quiero tenerte como el guía de mi vida. Muéstrame hoy de qué manera puedo honrarte y hacer algo bueno por alguien. Amén.

Hemos escuchado la conmovedora historia de Catherine – cómo ama y ayuda a las mujeres que son rechazadas por la triste condición física que las hace despreciable para otros.

Me conmovió escuchar que ella las abraza fuerte y les dice que Dios las ama mucho más aún porque para Dios son personas de gran valor. Amiga- Dios te ama a ti también, déjate amar por Él y tu vida será otra cosa.

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