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Queridas amigas:
Este mes he estado meditando en el hermoso carácter y hechos de Dios. En el Salmo 9 vemos al Rey David hablando acerca de Dios como nuestro justo juez. En el salmo, David alaba al Señor por revelar Su Justicia al juzgar a las naciones malas. Luego mientras Él ora por nuevas oportunidades para recordar las misericordias de Dios, David está confiado en el continuo juicio de Dios sobre los malos y la libertad para aquellos que están oprimidos y sufriendo. David ruega a Dios que venga pronto y muestre Su santo poder y gobierne sobre las malas naciones. Luego cambia para orar que Dios recuerde los sufrimientos y el dolor de David y le permita tener aún más razones para alabar al Señor.
“Te alabaré Señor con todo mi corazón
Contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en Ti;
Cantaré a tu Nombre oh Altísimo.
Cuando mis enemigos volvieron atrás,
Cayeron y perecieron ante ti. Porque has defendido mi juicio y mi causa;
Te has sentado en el trono del Juez de justicia. Reprendiste a las naciones;
Destruiste a los impíos; el nombre de ellos has borrado para siempre.
en compasión de mí, oh Señor Mira la aflicción que me han causado los que me aborrecen.
Tú, que me levantas de las puertas de la muerte para que cuente todas tus alabanzas
En las puertas de la hija de Sión y me goce en tu salvación. (Salmo 9: 1-5; 13-14)
Sin embargo, aún en medio de una nación mala y personas malas, David nos recuerda que:
1) Dios es una plaza fuerte (lugar de protección) para los oprimidos.
2) Él no rechaza a aquellos que le buscan.
3) Él no olvida el llanto de los afligidos.
“El Señor será un alto refugio para el oprimido, Un refugio en tiempos de angustia. En Ti confiarán quienes conocen tu nombre, pues Tú oh Señor no abandonaste a los que te buscaron. Cantad al Señor, que habita en Sión; contad en los pueblos sus hechos. Porque el Vengador de la sangre se acordó de ellos. No se olvidó del clamor de los pobres.” Versos 9-12.
Permitamos los que le conocemos, poner nuestra confianza en Él y llevar nuestras oraciones al Señor sabiendo y creyendo hoy que Él escucha nuestros clamores y no ignora los lamentos de aquellos en el dolor.
Dios es nuestro juez justo y Jesús es nuestro Rey. ¡Hoy podemos tener esperanza!
Dios te bendiga,
Peggy Banks
Directora del Ministerio Global
Proyecto Ana.

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