La depresión – Causas y Efectos

La depresión 2 – Estímulo desde la Palabra de Dios
30 enero 2017
Depresión – Estímulo desde la Palabra de Dios
30 enero 2017

Existen diferentes causas que producen la depresión. Hay situaciones físicas, como un desequilibrio en el funcionamiento hormonal, o una enfermedad o cambios químicos en el cerebro.

A veces pueden ser problemas importantes que estés enfrentando como dificultades en las relaciones familiares. Otras veces ciertos patrones de pensamientos acerca de la vida que pueden llevarte a la depresión. Por ejemplo cosas tales como pensar que no eres buena para hacer las cosas, o te pones ansiosa acerca de cosas que no encierran real peligro, y te adelantas en pensar que será trágico.
Hemos aprendido que la depresión afecta todo tu cuerpo, tus pensamientos, tus sentimientos y tu conducta.
Hoy diremos algo más y veremos maneras en que puedes ayudar a alguien que está con depresión. Estaremos poniendo atención al cuerpo, o sea situaciones físicas, a la cabeza o pensamientos, al corazón o los sentimientos y a los eventos del mundo que nos rodea.

Hemos dicho algo importante que siempre debemos recordar si deseamos ayudar a una persona que está pasando por una depresión. No nos pongamos a dar consejos como si lo supiéramos todo, ni decirle al deprimido qué hacer. La mejor cosa que puedes hacer es escucharle, darle tu apoyo y amor. Eso le dará esperanza.

Eso es lo más valioso que puedes hacer por una amiga.
Nunca le digas a una amiga que “se deshaga de eso” o “se libere”. ¡No es fácil!
Pero hay muchas cosas que una persona puede hacer para ayudarse a sí misma a recuperarse de la depresión. La persona debe prestar atención a cosas relacionadas con… su cuerpo… su cabeza… su corazón… y el mundo que la rodea.

Comencemos con lo que tiene que ver con el cuerpo. Si estás sufriendo de depresión, necesitas cuidarte a ti misma como lo harías con un niño o una amiga enfermos. Si la causa es una enfermedad física, necesitarás entonces descansar y hacer un tratamiento para esa enfermedad. Tendrás que ver si te alimentas de manera apropiada… una dieta equilibrada y saludable, que contenga frutas frescas, vegetales y algo de carnes rojas y blancas. Comidas preparadas y no sólo minutas de pan queso y fiambre. Deberías ir a la cama no demasiado tarde y levantarte temprano para tener tu tiempo para desayunar bien y comenzar el día con energía.
Trata no dormir durante el día, porque luego a la noche no podrás conciliar el sueño.

Una de las maneras más importantes de tratar con la depresión es haciendo ejercicios de forma regular. Se ha demostrado que el ejercicio diario es tan bueno como las tabletas anti-depresivas.
Si no acostumbras a hacer ejercicios debes comenzar de una manera suave- como por ejemplo una corta caminata cada día. Luego vas haciéndolo un poco más rápido y más tiempo hasta llegar a una hora diaria.

Nadar es otro buen ejercicio, o alguna gimnasia rítmica o algún deporte, algo que realmente disfrutes. Levantar pesas e ir incrementando el peso con los días es particularmente bueno. Debería ser hecho con mucha energía hasta transpirar.

Es maravilloso cómo puede el ejercicio ayudar a tu humor.
Los trabajadores en salud mental tienen un dicho: “El ejercicio produce hormonas felices.” A estas se les conoce como endorfinas. Es la manera como Dios diseñó nuestros cuerpos para corregir el des-equilibrio químico de la depresión. Hace que te sientas mejor contigo misma cuando haces algo activo para tratar tu problema.
Parece muy fácil, seguro y gratuito. Todas deberíamos probarlo.

Aunque te diré, cuando estás deprimida, ¡nada es fácil! No quieres hacer ejercicios, aunque sabes que sería bueno para ti. ¡Sólo quieres estar en cama! Es allí, en ese momento donde una buena amiga puede ser de gran ayuda. Tal vez puedes ofrecerte para hacer ejercicio juntas en algún momento del día. Tú ayuda puede darle a la persona una razón para salir de la cama.

Esa es una muy buena idea; yo misma necesitaría hacer más ejercicios y sería más fácil tener con quien hacerlo. Así que las invito a caminar conmigo por la arena de la playa temprano por la mañana.

Y esa es otra cosa que una persona deprimida necesita… compañía y amistad. A menudo se apartan de sus amigas y familia y se quedan muy aisladas y solas. Tienes que saber que esa persona se siente terriblemente mal; por tanto debes continuar ofreciéndote para ayudarla. Tu amistad podría darle esperanza y ayudarla a valorarse un poco más. Si conoces a una mujer deprimida, comprobarás que ha perdido interés por todo a su alrededor-.

Cuando tú estás deprimida, el mundo parece muy oscuro y aburrido. Ejercítate y crea el hábito de poner atención en algo lindo cada día. Hemos hablado de nuestro cuerpo; ahora nos introducimos en nuestra mente. Cuando hablamos de poner atención usamos nuestra mente. En vez de pensar en un pasado triste o preocuparnos del futuro que no conocemos; guiemos nuestra mente a algo que nos ha resultado gozoso y divertido en el pasado. Podrías observar las plantas creciendo, tomar el aroma de una flor o sentir el sol en tu rostro.
Puedes usar esos pequeños momentos de alegría, para darle gracias a Dios por las bendiciones de cada día y lo hermoso de la vida. ¡Agradece por lo que sí tienes… esa es una actitud muy saludable!

Y esa es una disposición de la mente… es decir, se trata acerca de lo que piensas. Tú escoges en qué pensar.
¿Y qué acerca del corazón? Es decir ¿cómo nos sentimos?… Cuidar de nuestros sentimientos – hace la diferencia. Algunas personas se dan por vencidas… otras la pelean. Un buen tratamiento del corazón es aceptar que esta es la manera como te sientes en este momento, no luches, no mires a quien culpar, pero tampoco te des por vencida. Una actitud de confianza, aceptación, llena de esperanza, te protegerá de la desesperación y del enojo.

Al hablar de la parte física hemos nombrado “sentir el sol en nuestro rostro” El deprimido tiende a encerrarse. Eso no es bueno. Caminar un poco al sol cada día es bueno para vencer la depresión. Por tanto ponte un sombrero en tu cabeza y sal a caminar unos minutos cada día al sol. De mañana temprano o al atardecer, son dos hermosos momentos para caminar al sol. Si estás en invierno, puedes hacerlo al medio día también. Usa tu sentido común para lograr lo mejor.

Lo importante es disfrutar de las cosas pequeñas de la vida y algunas de ellas de forma gratuita. Esperamos que estos consejos te sean útiles.

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