Palabras de Vida

Graciela* es una prisionera en la Prisión para mujeres El Buen Pastor en Asunción Paraguay. Su vida no es fácil allí. Ella compartió: “Debido al crimen que cometí, las otras mujeres en la prisión me rechazaban. Mi sentencia era por 22 años detrás de las rejas. Mientras esperaba que pasaran los años, estaba llena de pesares. En mi soledad, pensaba que había perdido todo y
quería cometer suicidio.”
Pero un lunes en la mañana, Graciela fue invitada a unirse al grupo de ‘Mujeres de Esperanza’ de RTM dentro de la prisión.
Ella aceptó participar. Después de ese día, la vida de Graciela cambió completamente. Ella dijo: “Hicimos artesanías- Aún tengo la
primera que hice. Pero lo más importante, escuché el Evangelio y comencé a leer la Biblia. Todas estas cosas me hicieron olvidar la idea del suicidio.”
Graciela agradece a ‘Mujeres de Esperanza’ de RTM por llevarle ese cambio a su vida. Aunque aún está en prisión, ella siente esperanza porque sus necesidades espirituales han sido llenadas. Justamente en esta prisión cuyo nombre significa El Buen Pastor, Graciela está experimentando la lección de Jesús en Juan 21, cuando Él le dice a Pedro que cuide de su
rebaño.”
“Eso es lo que “Mujeres de Esperanza” de RTM ha hecho por nosotras en la prisión”, dijo Graciela. “Ellas oran con nosotras y
nos dan palabras de vida y esperanza.” Por muchos años, el equipo de ‘Mujeres de Esperanza’ de RTM ha estado llevando, semanalmente, el mensaje del evangelio a esas prisioneras. Además de compartir el evangelio, las reuniones también incluyen proyectos de artesanía que las mujeres pueden vender. El personal de ‘Mujeres de Esperanza’ de RTM enseña a las prisioneras nuevas habilidades para trabajar, cosas tales como coser y adornos para el cabello que podrán usar después que sean liberadas.
Gracias al Ministerio de RTM Mujeres de Esperanza, cientos de mujeres como Graciela se han vuelto a Cristo en la prisión.

por Esther Chen-Alumna Residente
*Es un pseudónimo para proteger su privacidad.