¡Que difícil resulta hoy día vivir en paz con los otros y tener paz en el corazón! Las mujeres hacemos tantas cosas, que nos estresamos al fin y a veces perdemos la paz y el bienestar de nuestra propia vida. Nos sentimos atribuladas y desorientadas, ¿cómo podemos encontrar paz y descanso para nuestro ser?
“Voy a dejarles un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que les doy no es como la paz que este mundo da. Por tanto no se turben ni tengan miedo»
Juan 14:27
¿Qué quiso decir Jesús con esto? Creo que se refería a la paz máxima, una paz que permanece en nuestras mentes y corazones, no importando que esté sucediendo a nuestro alrededor… porque es la paz que proviene de conocerlo a El y confiarle nuestra vida presente y futura. La paz que ofrece el mundo es aquella en que hay ausencia de conflictos y guerras. Pero la que tenemos en Jesús permanecerá con nosotros en cualquier circunstancia. Con esta paz no necesitamos preocuparnos acerca del pasado, ni estar ansiosos por el presente y no sentir temor por el futuro.
La verdadera paz es la que experimentamos por nosotros mismos en nuestros corazones al creer y recibir a Cristo en nuestra vida. La Biblia nos dice en Filipenses 4:7:
“Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”
Tenemos que tener compañerismo con Jesús y vivir bajo su cuidado si queremos disfrutar de Su paz en nosotras aún en los momentos más difíciles.
La paz con Dios produce una sensación de bienestar y confianza y nos da el deseo de seguir adelante a pesar de las duras pruebas que nos acosan. Si te sientes mal, desanimada y son fuerzas pídele a Dios que sane tu corazón y tu mente de toda duda e inquietud que agobia tu espíritu y que Su paz guarde tu corazón y tus pensamientos positivamente así como El lo promete.