Esperanza y Transformación

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“Ellos vinieron a nuestra casa para cortarme cuando yo tenía tan sólo siete años. Para mí, fue una experiencia traumática, Yo tuve que pasar por el dolor inicial y la agonía de 21 días después del paso inicial. Ellos usaron calor para estar seguros que me recuperaría del corte y el cosido. Recuerdo esto como la experiencia más dolorosa que jamás haya tenido,” compartió Kaiya.

Como con muchas mujeres en Somalia, el corte vaginal que es parte de la mutilación genital femenina (MGF) trajo mucho dolor físico a Kaiya junto a grandes consecuencias psicológicas. Cuando ella creció, Kaiya experimentó dolor y dificultades durante la menstruación, relaciones sexuales con su esposo y al dar a luz a sus hijos. Ella es madre de siete hijos, cuatro de los cuales son niñas.

“Aunque fue una experiencia dolorosa para mí,” continuó diciendo Kaiya, “no pude parar esto a dos de mis niñas. Fue el tiempo que estaba influenciada por fuertes expectativas e influencias culturales. Por el temor de ser diferente y causar problemas para las hijas y familia, sucumbí a las expectativas de la sociedad.”

Culturalmente, (MGF) tiene el propósito de asegurarle a las niñas y a las mujeres un status social, castidad y casamiento. La práctica ha persistido como resultado de la creencia que las mujeres y niñas no cortadas son promiscuas, impuras y físicamente indeseables.

“Descubrí un programa llamado Rajada Dumarka (Mujeres de Esperanza) en Somalí, mientras escuchaba la radio. Aprendí mucho al escuchar. Aprendí acerca del amor de Jesucristo y llegué a ser su discípula y gradualmente alivió mis temores. Tuve fe en Él (Jesús) y ahora puedo permanecer firme en mi salvación sabiendo que Él está conmigo.”

“También aprendí a través del programa acerca de los peligros de la práctica de MGF. Estoy feliz de poder compartir que mis dos hijas más jóvenes no han pasado por esta práctica. Me puse firme para protegerlas de esto. Estoy segura que ninguna de mis nietas pasarán por esto. Sé que Jesucristo les dará el esposo correcto que las amará aún sin que pasen por este procedimiento. Continúo escuchando el programa ya que me ayuda a crecer en el conocimiento de Cristo y me da la confianza de hacer lo que es correcto y hablarlo con mis niñas.”

Mujeres de Esperanza continúa llevando transformación a individuos y culturas a través de sus verdades educativas y espirituales.

– Sphiwe-Nxumalo- Ngwenya

Coordinadora África regional

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