Cortes y raspones

Estoy segura que lo has experimentado. Y si tienes niños, probablemente a ellos también les ha sucedido. Estoy hablando acerca de heridas y raspones. Parecen ser parte del crecimiento. Mientras ellos juegan y exploran su mundo, es casi seguro que se van a lastimar con algo, como pisar un clavo o golpearse contra un muro. ¡Es natural, pero puede asustar!

Puede ser que tu hijito entra corriendo a tu casa y ves que la sangre le corre de una herida en la cabeza. Parece terrible y tú piensas que se va a desangrar hasta morir. No dejes que el pánico te domine, respira profundo y comienza con algunos simples pasos de primeros auxilios. En los siguientes minutos quiero explicarte lo que puedes hacer y estar preparada la próxima vez que veas a alguien lastimado. Puedes también tener un lápiz y papel para anotar algunas cosas que necesitas tener en casa para casos de emergencia.

Una herida es un corte en la piel. A veces esos cortes no son muy profundos. Otras veces es necesario recurrir al doctor para que le de unas puntadas para volver a unir. Una raspadura es una herida donde la parte exterior de la piel es lastimada dejando expuesta la capa de más adentro.

Cuando alguien se corta o se raspa, debemos permitir que sangre unos segundos. Esto ayuda a limpiar el lugar lastimado. Suavemente luego debes lavar la herida con jabón y agua para quitar toda suciedad. Si te parece que no quedó muy limpio con el jabón y el agua echa sobre la lastimadura un poco de agua oxigenada para desinfectarla bien. Dejando la herida bien limpia y descubierta ayudará a sanar más pronto. Pero si sabes que se va a llenar de polvo o debes trabajar cubre la herida con gasas limpias cada día hasta que sane.

Si la herida está en la cabeza o en la cara es importante que sepas que estas áreas son ricas en vasos sanguíneos y sangrará mucho. No te asustes hasta limpiar el área y ver la seriedad del asunto y si es necesario llamar o visitar al médico o si no es más que un susto.

Si la herida continúa sangrando, rodéala con una venda bien limpia y presiona el área con firmeza. Si el corte es un brazo o pierna, levántalos bien alto para ayudar a parar el sangrado. Si la venda que has colocado se ha mojado mucho, no la quites, agrégale otra venda arriba. Seguramente tendrás que ver al doctor para que te diga que hacer.

Si la herida es profunda y abierta seguramente será necesario dar más puntadas para volver a unir la carne y la piel dañadas para que cicatrice parejo. Depende de donde se ha causado la herida, llevará más o menos días para sanar. Es importante mantener esa área limpia y seca.

Una mala herida o un corte causado por algo herrumbrado o sucio puede causar una seria infección llamada “el tétano”. Con la enfermedad del tétano la mandíbula de la persona se pone rígida. Para prevenir la infección del tétano debes estar segura de que toda tu familia ha sido vacunada contra el tétano, es muy importante, si aún no lo has hecho debes hacerlo pronto estos días. Nunca sabes cuando te vas a lastimar.

Después de los primeros auxilios, si te has hecho una herida debes estar atenta si está sanando debidamente. Deberías ver al médico si observas lo siguiente:
1. La herida se pone mojada y blanda.
2. Si comienza a drenar un líquido amarillo.
3. Si comienzas a tener fiebre.
4. Líneas rojas se ven alrededor de la herida.

En toda casa debería haber un botiquín para primeros auxilios con lo siguiente:
1. Cinta adhesiva.
2. Gasas y vendas de diferentes tamaños.
3. Jabón neutro.
4. Crema con antibiótico.
5. Agua oxigenada.
6. Termómetro.
7. Alcohol desinfectante.

Finalmente, es muy importante la actitud que tomamos frente a cualquier accidente. Si nos toma el pánico no podemos ayudar. Trata de estar serena, habla lo más tranquila posible, controla tus nervios. De ese modo todo saldrá mejor. Recuerda por último, no olvides que toda la familia debe tener la vacuna del tétanos al día.
Esperamos que te sean útiles estos consejos.