Delante de la Cruz, los ojos míos
Quédenseme, Señor así mirando
Y sin ellos quererlo, estén llorando
Porque pecaron mucho y están fríos.
Y estos labios que dicen mis desvíos,
Quédenseme, Señor, así cantando,
Y sin ellos quererlo estén orando
Porque pecaron mucho y son impíos.
Y así con la mirada en Ti prendida,
Y así con la palabra prisionera
Como la carne a tu cruz asida,
Quédenseme, Señor, el alma entera,
Y así clavada en tu cruz, mi vida,
Señor, así, cuando queráis que muera.