Por años mantuve la puerta cerrada
Con unos pesados candados de miedo, Y por largos años dejé que las sombras
Habitaran el lado de adentro.Cerré las ventanas, dejé que la hierva
Cubriera el sendero,
Y piedra por piedra construí el más alto
Muro de silencio.
Si afuera hubo lágrimas, yo no pude verlas;
Si afuera hubo dicha no llegué a saberlo.
Por años mantuve la puerta cerrada
Con pesados candados de miedo.
No fue con la fuerza de los huracanes,
No fue con la lengua candente del fuego
Que Él abrió mi puerta,
Más fue con su mano,
Manos traspasadas por clavos ajenos,
Rompió los candados, ahuyentó las sombras,
Derribó el alto muro de silencio.
¡Suave como el perdón, su mano herida
Me dio un corazón nuevo!