Inmunizaciones

La creación de Dios
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Editorial Octubre 2008
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Escuchando el noticiero en la televisión una de estas noches, el Director del Ministerio de salud exhortaba a la población a vacunarse. Me llamó la atención que una y otra vez insistió en la necesidad de recibir las vacunas. Especialmente animaba a los padres a llevar a sus niños a recibir la vacuna. ¿Porqué tanto énfasis en que debe vacunarse a los niños?

Las madres debemos entender cuán importante es tener a nuestros hijos vacunados. Lamentablemente aún hoy día, niños y adolescentes mueren de enfermedades que podrían haber sido prevenidas si tan sólo se hubieran vacunado adecuadamente y a tiempo.
En algunas de mis cajas guardo aún las tarjetas de vacunaciones con sus fechas y dosis que hace tiempo he recibido, tales como el sarampión, difteria, tétanos, polio y otras y es interesante que aún se siguen dando y son necesarias.
Todas éstas están vigentes y es una de las mejores maneras de proteger a los niños contra muchas enfermedades y aún la muerte. Todos los países tienen sus programas y clínicas donde las vacunas son administradas y por lo general gratuitas de modo que estén al alcance de todos.

En la mayoría de los países se recomienda que los niños sean vacunados entre los dos meses y hasta los dos años para completar la dosis. Después de los dos años se continúa con las vacunas para mantener la inmunidad. Cada mamá debe mantenerse informada con el médico de sus hijos para hacer el seguimiento de las vacunas.
A continuación te nombramos algunas de las más importantes. Quizás los nombres varíen de una región a otra o de un país a otro. La primera es llamada DPT, es decir Difteria, Pertusis y Tétanos.
La Difteria es una enfermedad contagiosa que causa una severa inflamación de la membrana mucosa especialmente en la garganta. Pertusis o tos es una infección en las vías respiratorias caracterizada por una severa tos. Tétano es una enfermedad del nervio causada por gérmenes en una herida sucia.

La segunda es la vacuna contra la Polio. Es una infección viral que puede resultar en una parálisis permanente.

La tercera es para el Sarampión, las Paperas y la Rubéola. Posiblemente todas estas enfermedades que hemos mencionado te resulten familiares. Podemos nombrar otras que son más recientes y menos conocidas.

Gracias a Dios que hay personas dedicadas, científicos que les gusta investigar y así se han descubierto nuevas vacunas. Puedo nombrar ahora la que previene la Hepatitis B, este es un virus que afecta al hígado.
Otra vacuna importante es aquella que puede prevenir y luchar contra la bacteria que causa la meningitis en el cerebro. Como ves se han ido descubriendo nuevas vacunas últimamente.

Una que se promociona y anima a usarla es la vacuna contra la gripe, para niños pequeños, adultos y enfermos de los bronquios. Pregunta a tu médico y de seguro enfrentarás mejor los inviernos.
No debemos olvidar la vacuna contra el flagelo del SIDA, desgraciadamente hay muchos enfermos. En algunos países hay cantidad de niños huérfanos porque sus padres han muerto de SIDA. Aconsejamos a las mamás que se asesoren, que pregunten a su médico o en el centro de salud más cercano y no dejen pasar la oportunidad de vacunarse según la situación de salud que enfrentan. El refrán dice: “Más vale prevenir que curar” o lamentar.

Una vez que nuestro hijo recibe las vacunas, su sistema inmune será capaz de reconocer y preparar el organismo para rechazar cualquier virus de enfermedades contagiosas a las cuales de seguro tarde o temprano tendrá que enfrentar.

Cuando tu hijo es vacunado, notarás que el área donde recibió el pinchazo se pone rojo, se siente caliente y duele. Puedes usar un calmante para aliviar su dolor y bajar la fiebre. Quizás notes que esos días tu hijo está incómodo e irritado. Si la situación es importante y se prolonga, llama al médico y cuéntale lo que está sucediendo. Puede ser que alguna de las mamás vivan lejos de la ciudad y les resulte incómodo llegar hasta la clínica o el hospital. Mientras los niños son pequeños vale la pena el esfuerzo que hagas para mantener al día las vacunas y controlarlo con su médico pediatra.

Las enfermedades que hemos mencionado siguen vigentes y es la responsabilidad de los padres proteger a los hijos contra ellas. No olvides nunca, “mejor es prevenir que curar”.

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