Editorial Enero 2009
2 enero 2009Padre e hijo
7 enero 2009¡Si encuentras que es muy difícil tratar de disciplinar a tus hijos, permíteme que te diga que estás en lo cierto y no estás sola en esto! ¡No es una tarea fácil!
Cada niño nace con una personalidad diferente, pero es la responsabilidad de los padres tener la habilidad de moldear y formar esa pequeña personalidad. Podemos pensar de la siguiente manera; cuando los hijos nacen son como una página en blanco y sobre ella comenzamos a escribir experiencias que les van dando conocimiento del mundo en que se mueven.
Disciplinar no involucra solamente la corrección de los errores que pueda cometer el hijo sino también enseñarles…Mostrándoles lo correcto y lo bueno que debe hacer. Todos los niños necesitan ser disciplinados cariñosamente en sus vidas; eso les hace sentir seguros. El carácter de un niño comienza a ser formado en sus primeros años, por tanto debemos comenzar temprano. Si desperdiciamos esos primeros tiempos de su vida, y permitimos que se desarrollen actitudes incorrectas, esos problemas crecerán con el niño. Cuando llegue a la adolescencia podría ser demasiado tarde para ayudarle a cambiar ese problema de conducta. Llegará a ser un joven o una señorita con problemas que le complicarán luego su vida de pareja y su relación con amigos y seguramente su vida laboral.
Así qué, ¿Cómo podemos enseñar a nuestros hijos a adoptar buenas actitudes?
Podemos hacerlo con nuestras palabras. Siempre debemos hacer tiempo para hablar con los hijos y comunicarles buenos valores. ¡Generalmente el papá y la mamá están demasiado ocupados! Y nos preguntamos, ¿será que hablas con tus hijos?, ¿los escuchas y te interesas en lo que les interesa a ellos? ¿Estás accesible para ellos si quieren hablar y estar contigo? Si apartas tiempo para hablar con ellos mientras son pequeños, luego cuando sean más grandes será más probable que ellos quieran hablar contigo.
Podemos enseñarles con el ejemplo: Aprendemos nuevas tareas observando lo que hacen otros. Los niños – especialmente los pequeños- copian a los hermanos más grandes, o imitan a los padres o a los amigos. Pero recuerda que ellos imitarán tanto las cosas buenas como las malas. Hay un dicho: “Lo que haces habla más fuerte que lo que dices” He observado a las niñas pequeñas tratar a sus muñecas como la mamá las trata a ellas. Tu ejemplo como padre o madre es tan importante e influyente. ¿Si tu hijo tuviera que imitarte…mentiría, estafaría, fumaría, bebería, hablaría mal de otros…? o ¿Sería amable, ordenado, trabajador, honesto, generoso…? ¿Crees que hay cosas en tu vida que no te gustaría que tus hijos las imitaran? Si es así, debes tomar un momento para pensar cuidadosamente acerca de eso y realizar algunos cambios… ¡y cuanto más pronto, mejor!
Otra manera de enseñarles es permitiéndoles a ayudarnos. Generalmente las personas aprendemos mejor, no por lo que nos dicen o por lo que observamos sino por lo que hacemos guiados por un instructor. Por eso, padres, enseñemos a los hijos dejándoles trabajar con nosotros. Puede ser al barrer la casa, trabajar en el jardín, amasar la masa, batir un bizcochuelo, ordenar los libros y un sin fin de cosas más. Si así lo permites, lo que deseamos enseñarles pronto se incorporará en la vida de ellos.
Enseñamos disciplina por la repetición. Los seres humanos somos criaturas de hábitos. Y un hábito se desarrolla haciendo lo mismo una y otra vez. Hablar con nuestros hijos, siendo un buen ejemplo y permitir que nos ayuden… es algo que necesitamos repetir a lo largo de la vida del niño. Pero… ¡cuidado padres!, cuando un niño necesita corrección, esa repetición no debería ser dicha como una queja o un sermón sino con gracia y naturalmente. No le digas “cuántas veces te lo voy a repetir…”. Así lo irritas. Ten paciencia, está creciendo y aprendiendo, Usa un agradable tono de voz y surtirá mejor efecto. Cuando un niño ya sabe lo que debe hacer, no le gustan los discursos… Un pequeño recordatorio es todo lo que necesita.
Es importante que aprenda las lecciones de la vida a medida que suceden las cosas. Por ejemplo, si vas con tu hijo y observan un choque en la calle de dos coches, es el momento de hablar de la necesidad de obedecer las leyes de tránsito.
Estando en el hogar al hablar de las reglas, no le digas solamente que debe obedecer ciertas reglas porque de otro modo será castigado. Háblale más bien porqué has establecido esas reglas. Dile que es para mantener el orden, la limpieza, y que son para protegerle del mal y cuidar la salud de toda la familia.
Cuando enseñas al niño, debes hacerlo de una manera positiva. Podemos hacer eso siendo justos con nuestros niños. La meta al disciplinar es enseñarle autocontrol y maneras aceptables de comportarse que le ayudarán a si mismo y en el trato con otros. La disciplina es algo que tú haces por un niño y no para el niño. Queremos que aprenda algo acerca de sus elecciones y no lo que le harán un padre o madre enojados. ¿Por qué? Porque ayudándole a crecer sabiamente estamos colaborando en protegerle de peores cosas en la calle.
Al disciplinar debemos ser firmes pero no airados o enojados. Tenemos que explicarle las razones lo mejor posible. A veces un niño se mantiene preguntando “¿Por qué?” A veces simplemente debemos decir, “Porque las cosas son así”… y ellos deben aprender a vivir con eso. Fijamos los límites porque vemos lo que ellos no pueden ver aún. Debes guiarles por el camino que deben ir.
Es necesario que seamos pacientes, amigables y compasivos. Cuando hay dificultades debemos recordarnos a nosotras mismas que no estamos en contra del niño sino en contra de su conducta. Debemos hacerle saber que le amamos y que por eso le estamos corrigiendo.
Amiga, disfruta de tu familia, pasen tiempos divertidos juntos. Y cuando tú disfrutas con ellos, ellos disfrutan contigo. No dejes escapar estos años sin disfrutarlos a pleno; pasan rapidísimo.
3 Comments
Muchas gracias por recordarme como educar a los niños, muy interesante, me gustaria saber más pues creo que he cometido demasiados errores en la educacion de mi hijo, tiene 6 años y aveces no soporto sus comportamientos y en algunos me veo reflejada, ¡que pena!, son irreversibles esos comportamientos? que puedo hacer para ayudarle yo estoy trabajndo un poco en mi.
Me guastaria recibir algunas pautas o consejos practicos, GRACIAS Liliana
Gracias Dios te bendiga me a ayudado mucho en mi proyecto
priemero que todo mi cordial saludo tengo una niña de tres años y en realidad soy madre premeriza no se como controlar su comportamineto de mi bebe aunque es muy poco comparto con ella por mis estudios no vivo con su papa tengo tre años separados y aunque el la ve cada mes, me gustaria que me dieran un consejo ya que el comparte mas con su novia que con su propia hija a veces quiero irme lejo con ella porque cuando el se la lleva para su casa biene con un comportamineto muy fuerte y nio lop puede controlar mis padres ellos me estan ayudando y cuando estoy en mi casa ella no me deja almorza bien no me deja realizar mis trabajo se que ella trata de llamar la atencion pero cunado es fin de semana se porta mas fuerte aun y estoy qu lloro ya por que no puedo controlarla noi mis padres necxesito tu consejo y tu ayuda gracias attm aliceth atencio