Padre e hijo
7 enero 2009Enfrentando la pena
12 enero 2009Para llegar al monte de la gloria
Es menester pasar por el Calvario
Es un sendero angosto, pedregoso
Alfombrado de espinos y de cardos.
No temas sus espinas poco agudas
Porque Aquel que te invita a transitarlo
Ha pasado por él, sus pies desnudos
Han aplastado el filo de los cardos
Es camino de luchas y de pruebas
Con frecuencia hay que hacerlo solitario
Pero asciende, asciende de continuo
Hasta que nacen alas y volamos.
En la cumbre del monte de la gloria
Se ciñe la corona sólo al bravo
Que se atreve a marchar por el camino
Que atraviesa la cumbre del Calvario.
Pero más codiciable que esa gema
Reservada al que llegue a su alto estrado
Será mirar el rostro del que quiso
Por mi y por ti llegar hasta el Calvario.
Mercedes de Riesgo.