Receta para la felicidad
17 marzo 2009El Mesías
23 marzo 2009Karen, nuestra amiga nos abrió su corazón para compartirnos un tiempo difícil de su vida. No fue fácil para ella hacerlo, pero lo hizo con la esperanza que aprendiéramos algo de sus errores y que pudiéramos nosotras ahorrarnos mucho dolor.
Cuando era una joven estudiante iba a menudo a la biblioteca para leer y estudiar. Un día se le acercó un hombre y le habló. Así comenzaron una conversación. El le explicó que estaba allí escribiendo poesías y pidió a Karen si quería leer algunos de sus poemas. Parecía muy inteligente y romántico ya que era un poeta. El se interesó en Karen y a su vez ella estaba fascinada con él.
Un día le pidió si le gustaría acompañarle a su casa para estudiar allí. Ella no lo conocía muy bien y no quería acompañarle. Pero él insistió y le dijo, «¿Qué problema hay? ¿Tienes miedo?» Karen nos dijo: «Aquí fue donde yo cometí un grave error. Cuando él me hizo estas preguntas pensé en mi interior que yo realmente quería sentirme grande y que nadie pensara de mí como si fuera una niñita. No debía haberlo hecho pero mi orgullo decidió lo que debería hacer»
Karen reconoce que nunca debió permitir que ningún hombre la persuadiera a hacer algo que le iba a hacer sentirse incómoda. Ella cedió y fue a su casa con sus libros de estudio y sus apuntes. Cuando llegaron el hombre comenzó a beber alcohol y ofreció a Karen, pero ella rehusó hacerlo lo cual le enojó mucho. Ella pensó que fue allí a estudiar.
En ese momento comenzó a darse cuenta de las intenciones del hombre hacia ella. También pudo descubrir cuán ingenua fue ella frente a un hombre con malas intenciones. Fue engañada pues esta persona aparentaba muy respetuosa en la biblioteca donde se conocieron. Karen nos dijo: «El no era el mismo cuado yo lo conocí. Ahora tenía solo una cosa en mente, tener sexo conmigo, como yo lo rechazaba él se enojó mucho conmigo. Me di cuenta de que estaba atrapada y no podía escapar de él».
Debido a que este hombre además había estado bebiendo, comenzó a usar un lenguaje vulgar y ser violento con Karen. Esto la asustó tanto que ella solo pensaba que hacer para salir viva de esta situación. Decidió que lo mejor era darle lo que él quería, con tal de salir con vida y salir lo menos dañada posible.
El abuso y la violencia sexual pueden ocurrir en diferentes situaciones. Pero siempre se trata de que una persona es forzada a tener sexo con alguien sin su consentimiento. Puede ocurrir que un hombre ha sido víctima de otro hombre también. Nadie merece ser violado en su intimidad. Karen reconoce que cuando ella decidió ir a la casa de este hombre fue una decisión torpe que la colocó en una situación peligrosa. Pero no siempre es por decisiones incorrectas que sucede esto. Hay muchas víctimas que se culpan a si mismas por lo sucedido y no se lo pueden sacar de la mente y de sus pensamientos.
La experiencia de una violación es algo tan fuerte para la mujer que no se puede olvidar. La víctima quisiera sentirse libre de ese pensamiento pero está allí, una y otra vez viene a su mente. Karen lo vivió así, ella se daba cuenta que cuanto más lo pensaba, más atrapada se sentía y su vida fue afectada.
Muchas víctimas de violación se culpan a si mismas por lo sucedido y no pueden apartar de su mente ese desgraciado momento. Pero tiene que llegar el tiempo cuando se liberen de esos pensamientos aterradores. Algunas mujeres piensan que mudándose de barrio podría ayudar. Así lo pensaba Karen porque ella quería sentirse bien y feliz, quería estar limpia de tanta humillación a su persona. No quería vivir siendo prisionera del temor.
Karen nos ha pedido que digamos a nuestras amigas que nos siguen por la radio, si alguna ha sido víctima de violación como ella lo ha sido que sepa que puede llegar a tener una vida feliz y sana. Que puede, si quiere llegar a un lugar en su vida donde pueda alcanzar la sanidad después de haber sido violada. No es fácil pero Dios quiere ayudarte. Karen sabe que es posible porque así le sucedió a ella.
Dios quiere sanarte cambiando tu manera de pensar y verte a ti misma. Lo normal y natural es echarte la culpa sobre ti llevándote a pensar que hiciste algo que provocó esa situación. Que no puedes pretender ahora que un hombre bueno te quiera.
Esta manera de pensar acerca de ti no es la correcta. Más que nuca debes conocer que piensa Dios acerca de ti y que planes tiene para tu vida.
Dios nos dice a través de la Biblia (Jer. 31:3) «Con amor eterno te he amado» y (Isaías 40:31) «y te doy nuevas fuerzas». Dios aumenta las fuerzas a los que nos sentimos débiles si confiamos en El. Cuando las desgracias nos llegan en este mundo tan egoísta si nos volvemos a Dios de todo corazón El nos promete (Is. 41:10) «No temas porque yo estoy contigo. No desmayes porque yo soy tu Dios. Siempre te fortaleceré…»
Cada vez que Karen piensa en ese terrible día cuando fue violada, ella aún llora y se pone triste pero también sabe que Dios la guardó y ayudó a seguir con su vida. No le gusta hablar de esa experiencia porque le trae malos recuerdos. Pero ahora una y otra vez puede experimentar el grana amor de Dios hacia ella.
Actualmente Karen está casada, tiene su hogar y su familia. Ella se siente bien porque tiene un esposo muy bueno que la ama y la cuida. Aunque no le gusta hablar de este incidente en su vida, lo hace con el único propósito de ayudar a alguna mujer que pueda estar pasando por lo mismo.
Karen nos ha dicho: «Quiero que las amigas de Mujeres de Esperanza sepan que el amor de Dios no tiene límites, llega hasta donde nosotros lo necesitamos». En otro programa queremos hablar un poco más, «como podemos comenzar a sanar si hemos vivido una violación sexual».
Si una mujer ha experimentado algo tan terrible puede ser que le lleve meses y aún años para recuperarse. Puede ser que experimente sentimientos de culpa, vergüenza e indignidad aunque no haya sido ella la que provocó todo esto.
Dios comprende los temores de una mujer, y su necesidad de ser amada sin condiciones. Si una mujer comprende y aprecia el amor de Dios esto la ayudará a sanar y sentirse una mujer de valor otra vez.
1 Comment
Recuerdo una experienciencia real parecida, la joven que llamare Rut tardo mucho tiempo para confesar lo que habia vivido pero un estudio sobre el pecado de David la hizo cambiar de parecer pues como dice el mismo David » Mientras calle se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el dia» salmo 32:3 eso fue lo que mas impacto la vida de ella y decidio confesar y dejar libre de su corazon a aquel hombre desde entonces ha dejado de gemir y siente el amor de Dios hoy mas cerca que nunca y la pureza que solo El puede dar.DIOS LES BENDIGA espero que sea de mucha ayuda.