Nuevos comienzos

Editorial de Mayo 2010
5 mayo 2010
La creación
5 mayo 2010

Hablaremos de cambios y cosas nuevas. Conozco gente que le gusta mucho cambiar, personas que se aburren pronto de hacer siempre lo mismo.

Así como están aquellas que nunca quieren cambiar. Entras a su casa por 20 años y verás el mismo cuadro colgado en la misma pared… por decir algo… no quieren que nadie les toque nada ni les cambie nada…

Qué aburridos… Eso es ya el otro extremo. Bueno…cuando se trata de cosas. No debería pasar si se tratara de tu esposo o esposa. El matrimonio debería durar hasta que la muerte los separe.

Así lo quiere Dios. Pero pensemos por ejemplo en un trabajo. Tengo una amiga que hace dos años había comenzado a trabajar en un Shopping. Era un trabajo seguro pero no tenía mucha oportunidad de progresar y no era lo que más le agradaba  hacer. Ella renunció. Se anotó para hacer un curso de negocios y tiene la intención de comenzar luego su propio negocio donde venderá golosinas y dulces que hará su hermana. Juntas, sueñan progresar. Aunque ambas reconocen que es todo un riesgo.

Por un lado que dejó un trabajo seguro y es difícil volver a encontrar trabajo. Por el otro lado ¿cómo saber que van a tener éxito en el negocio que abrirán?

Pero ella está muy ilusionada – será la jefa, la empleada, trabajará duro y construirá su nuevo trabajo.

Cualquier cosa que suceda, no deja de ser un momento crucial en su vida y traerá de todos modos, nuevos comienzos y mucha expectativa frente a estos tiempos  para ella. Todo un desafío, mucho miedo y como dije expectativas… Veremos qué pasará. Le deseamos el mayor de los éxitos y no dejo de admirar su coraje.

De todos modos es algo que ella ha escogido, nadie la obligó.

Pero aún así cuando hacemos cambios, aunque sean de nuestro gusto, nos haría mucho bien considerar el pasado antes de proyectarnos hacia el futuro.

Por lo general, escuchamos decir; no mires al pasado, sólo sigue adelante.

Podemos recordar nuestros propios momentos cruciales en nuestras vidas. Hubo cosas que perdimos, otras que ganamos. Hubo fracasos y hubo victorias.

Pienso que si cambiamos o avanzamos muy rápido, perdemos la oportunidad  de aprender algunas cosas del pasado, o de valorarlas.

Una amiga me decía que cuando se casó, hace ya más de 40 años, ella estaba muy emocionada y feliz. Se casó con el hombre que amaba. Comenzaron su nueva vida en una ciudad lejos de donde había vivido siempre. Pero luego se  dio cuenta que había perdido cosas de valor… por ejemplo… su independencia… el tiempo que pasaba con sus amigas, las demostraciones de amor de sus padres y hermanos… la época hermosa de ser estudiante… La libertad de hacer lo que quería con su tiempo…

Tuvo que aprender nuevas cosas como ser ama de casa, limpiar, cocinar, pensar en las necesidades del esposo y no solamente en las de ella. Como mujer casada su relación con la familia debió ser diferente. Tuvo que sobreponerse a esas pérdidas y prepararse para la nueva vida. Tuvo que decir gracias por lo vivido y comenzar a pensar como una mujer casada con nuevas obligaciones y responsabilidades pero también con nuevas experiencias bonitas como las que provee un buen matrimonio.

Eso es importante admitirlo y reconocer todo lo bueno que nos dio la vida pasada, dar gracias a Dios por esas experiencias, aprender de ellas para proyectarnos luego a una nueva aventura y etapa.

Y que tal tú mi amiga, ¿tienes algo que celebrar de tu pasado?… ¿Quizás algo que lamentar?… ¿Algo que te sirva de experiencia para la próxima etapa?

Una vez que has hecho una evaluación de tu pasado es tiempo de mirar hacia adelante. Es tiempo de pedir la dirección de Dios, fijar algunas metas nuevas y trabajar para lograrlas. Me gustaría que habláramos un poco acerca de las metas.

La amiga de la cual te conté tenía una meta… crear su propio negocio.

Muchas jóvenes tienen una meta, pero no siempre hacen algo para lograrla. Quizás tengas sueños acerca de cosas que quieras lograr, pero no tienes ni idea por dónde comenzar.

Suele suceder. Puedes tener grandes sueños como el de casarte y ser feliz… o conseguir un buen trabajo,…o ser una buena madre y ama de casa. Pero a veces todo queda como un sueño… a menos que los transformes en metas que te lleven a la acción.

Podríamos llamarles planes de acción. Mi amiga se puso la meta  de lograr su propio negocio e inmediatamente comenzó a dar los pasos para lograrlo. Necesitaba capacitarse y se informó dónde hacer un curso y lo hizo, con mucho esfuerzo, pero era necesario para estar bien informada.

Las metas nos tienen que ayudar a cumplir con los sueños, por medio de pequeños pasos. Esos pasos o escalones deben ser específicos para ayudarnos a ver con claridad lo que debemos hacer a continuación. Deben ser acciones y no pensamientos o sentimientos. No basta con decir ¡quiero ser feliz!, debes hacer algo mejor que te haga ser feliz y debes hacer planes para lograrlo.

¡Cuántas veces esperamos que otros nos hagan felices! No esperemos por otros, fijemos nuestras propias metas.

Pongamos un ejemplo. Mi gran sueño es, tener un matrimonio feliz. Necesito fijar metas de lo que yo puedo hacer para mejorarlo, no sólo sentarme a esperar que mi esposo cambie. Si yo no cambio, probablemente nada cambiará. Quizás él ni se da cuenta que yo no soy feliz.

Y algo más, mis metas deben ser realistas, un desafío, por cierto, pero uno que yo pueda realizar. Por ejemplo, quiero correr en una maratón la próxima semana.

Si nunca me entreno, ¿Cómo podré lograrlo? Por más que corra y  me transpire no podré lograrlo. Debo comenzar caminando dos veces por semana, luego tres y puede ser que el año próximo logre correr.

Estoy segura que tú, mi amiga tienes sueños y metas. No te des por vencida. Piensa cómo podrías comenzar, un pequeño paso, un escalón para lograr un nuevo comienzo en tu vida. Trabaja haciendo cambios- cambios que sean posibles, poco a poco. Hay un dicho: “Un gran viaje, comienza con el primer paso”

No te conformes, lucha cada día un poquito para ser mejor. Como persona, como esposa y madre, como empleada. En lo material también, quizás logres cambiar una cortina por año o pintar un dormitorio por año, es mejor que nada. Fíjate metas y trabaja para lograrlas.

1 Comment

  1. Conchita dice:

    Hola muy buen dia, es tan importante lo que comentas en verdad, tengo aproximadamente 6 meses que fui despedida de mi trabajo desgraciadamente no por que fuera incapaz de estar en el puesto, si no por otras razones que en ese momento me dieron tanto coraje e impotencia, yo tengo claro que si un sueño que se me va y luego vuelve como este momento, cuando fui despedida con mis ahorros compre la maquinaria necesaria para emprender un negocio empece con muchos animos y ganas de salir adelante en la situacion que me encontraba.
    pero yo soy soltera y vivo aun con mis padres y tengo que ayudar con el mantenimiento de mi hogar, desgraciadamente he tenido que volver a trabajar y por que necesito un sustento y estoy consciente que mi negocio no me lo daria rapido, tuve dejar a un lado mi sueño pero no olvidado, en veces me desespero por que siento que hice un gasto que no era necesario, pero todavia tengo mucha fe y ganas de seguir con mi sueño y no me quiero dar porvencida. saludos Felicidades por este espacio que nos brndan.

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