Dios mantiene Sus promesas

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¿Has querido algo en tu vida, más que cualquier otra cosa en el mundo? A veces hago planes y oro acerca de algo y aún así no veo una respuesta. ¿Te ha sucedido eso alguna vez? ¿Cómo te has sentido?

Te contaremos una historia real, donde una mujer se sintió desanimada y sin esperanza.

Estoy segura que te va a interesar porque al final te dará esperanza.

 

Si eres una asidua oyente de este programa recordarás la historia acerca de un hombre llamado Abraham. Fue un hombre que se destacó por su fe. Hace miles de años, Dios llamó a Abraham pidiéndole que saliera del lugar donde vivía rodeado de sus parientes y amigos porque quería mostrarle cómo era Dios. Abraham vivió como un nómade errante por años. Tenía muchos rebaños y manadas de diferentes animales; realmente, era un hombre rico.

 

Dios le había hecho una promesa diciéndole: “Te daré muchos descendientes y llegarán a ser una gran nación… y a través de ti bendeciré a todas las naciones.” (Génesis 12:1-3) ¡Recuerda esta promesa!

 

Pero los años pasaron y Abraham y su esposa Sara no tuvieron hijos. Los hijos son preciosos donde sea, y para estas personas ellos también eran importantes porque los necesitaban para que ayudaran a trabajar. Los varones eran especialmente importantes para pasar así el nombre de la familia y heredar la riqueza dela familia. Eranvistos como una señal de la bendición de Dios. Si la mujer no tenía un hijo se interpretaba que por alguna razón Dios la estaba rechazando. Así que, imagínate cómo se sentiría Sara….

 

Abraham estaba preocupado porque su principal sirviente heredaría sus riquezas. Esa era la costumbre del lugar y de la época cuando no había un hijo. Pero Dios le había prometido un hijo propio, un hijo de Sara que heredaría todas sus pertenencias. Abraham tenía 75 años cuando Dios le reconfirmó su promesa. (Génesis Cap. 15)

 

Muchos años pasaron yAbraham y Saraaún no tenían ningún hijo. ¡A Sara se le había pasado largamente la edad de poder tener hijos, y su esposo ya tenía casi 100 años!  Dios entonces se apareció otra vez a Abraham y escucha qué pasó entonces…

Un día Abraham estaba sentado a la puerta de su tienda. Cuando levantó la vista notó que había tres hombres de pie allí cerca. Inmediatamente corrió a encontrarse con ellos y darles la bienvenida, les demostró mucho respeto inclinándose a tierra.

Abraham les dijo: “Descansen a la sombra de este árbol mientras les traen agua para lavar vuestros pies. Y ya que han honrado a su siervo con vuestra visita, permítanme preparar algo de comida para ustedes. Así podrán recuperar fuerzas antes de continuar vuestro camino.”

“Muy bien” replicaron ellos, “Hazlo como tú dices.”

 

Así que Abraham corrió hacia la tienda y dijo a Sara, “Rápido, haz algo de pan.”

Luego Abraham preparó una muy buena comida para sus huéspedes y se la sirvió él mismo.

“¿Dónde está Sara tu esposa?” preguntaron los visitantes.

“Está en la tienda” dijo Abraham

Entonces uno de los hombres dijo: “¡Volveré a ti alrededor de este tiempo el próximo año y tu esposa Sara, tendrá un hijo!”

 

Sara estaba detrás de él, a la puerta de la tienda escuchando esta conversación. Se rió, pensando que sería imposible tener un bebé.

Luego, el visitante dijo a Abraham: “¿Por qué se rió Sara?” ¿Por qué dijo ella, Puede una mujer anciana como yo tener un bebé? ¿Hay algo difícil para Dios? Volveré alrededor de este tiempo dentro de un año y Sara tendrá un hijo.”

Sara tuvo miedo y dijo: “Yo no me reí” Pero el visitante insistió: “Tú te has reído”

 

Dios mantuvo Su palabra e hizo con Sara como le había prometido. Ella quedó embarazada y dio a luz a un hijo en sus años de vejez. Sucedió en el tiempo justo como Dios dijo que sería.

 

Y así termina por hoy esta historia real dela Palabrade Dios. Da para pensar acerca de la existencia de un Dios grande que quiere hacer esas cosas que nos parecen imposibles a nosotras.

 

¿No te parece realmente grande de cuán a menudo Dios hace cosas que ni las esperamos? ¿Has sabido de alguna mujer muy, muy anciana que haya quedado embarazada?

 

Yo no sé de nadie y no creo que fuese muy placentero siendo ancianita tener que lidiar con un embarazo y un bebé luego. Pero, parece que Sara se sintió muy bien.

 

Bueno… fue un acontecimiento muy especial. Todo fue especial. Dios se lo fue mostrando a Abraham de alguna manera. Llegaron los tres visitantes frente a la tienda donde vivía Abraham y su esposa. No sabemos bien quiénes eran pero está claro que eran mensajeros de Dios trayendo un mensaje para Abraham y Sara. ¿Cómo los recibió Abraham?

 

Les dio la bienvenida muy respetuosamente y con gran hospitalidad.

 

¿Recuerdas el mensaje que traían de Dios para ellos?

El visitante les dijo: “Volveré a ti alrededor de este tiempo en el lapso de un año y tu esposa Sara  tendrá un hijo. ¿Cómo reaccionó Sara?

 

No es de sorprender que se rió para sí misma y se preguntó: ¿Cómo podría una mujer anciana como yo tener un bebé? Ella dijo que no se rió, pero Dios sabía lo que ella estaba pensando.

 

El visitante preguntó entonces: “¿Hay algo imposible para Dios?” Al decir… volveré en un año y Sara tendrá un hijo, estaba respondiendo que nó.

¡Y tal como Dios lo había prometido, sucedió!

 

¿Cómo se habrá sentido Sara al escuchar que tendría un bebé, siendo que era tan anciana? ¿Cuáles habrán sido sus sentimientos? ¿Cómo te sentirías tú, amiga?

 

Yo creo que me sentiría sorprendida.

 

Quizás Sara no estaría completamente sorprendida… después de todo… Dios les había dicho más de una vez que les daría mucha descendencia. Cuando Dios, claramente, nos ha hecho una promesa, no debería sorprendernos cuando Él la cumple.

¿Recuerdas que el visitante dijo: ¿Hay algo que sea imposible para Dios?

Eso fue un desafío para Sara y para mí también.

La edad deSara y deAbraham no era impedimento para que Dios cumpliera con Su promesa  a ellos. No importa cuan mayor eres  ni cuantas dificultades enfrentas, Dios puede obrar en nuestras vidas para cumplir sus propósitos. ¿Qué piensas de esto?

 

Dios tiene el poder de hacer todas las cosas. Es el gran creador de todo y nada puede derrotar sus planes. Él tuvo planes paraAbraham y Sara; de hecho eran grandes planes; Dios quería hacer de ellos una gran nación y que a través de ellos fueran bendecidas todas las naciones

 

¿Sabes cómo se cumplió y llegó a ser esa bendición? Fue a través de un gran descendiente de Abraham, el Señor Jesucristo. Pero… ¿Sabes una cosa? Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas también.

A través de esta historia aprendemos que podemos confiar completamente enla Palabrade Dios. El Señor le dijo a Abraham que tendría un hijo en el correr de un año y así fue. Lo que Él dice es verdad. Pero, Dios no nos fuerza a creerle.

 

Esto es muy bueno de hacer notar, Sonia. Dios quiere que tengamos fe, que creamos en Él y en las promesas que nos da a través de Su Palabra,la Biblia.Mientraslees Su Palabra notarás a través de las historias, que a Dios le gusta hacer aquellas cosas que parecen imposibles. Él permite que las personas lleguen a situaciones tales que tengan que levantar su mirada hacia el Cielo y buscar Su Divina ayuda.

 

Así sucedió conSara y Abraham; de ninguna manera podrían tener un bebé sin la ayuda de Dios. A veces pensamos que si deseamos fuertemente algo, sucederá.

Pensemos un poco acerca de esto de las promesas de Dios. Él hizo promesas especiales a algunas personas, pero pienso que las mejores promesas son para todos los que le seguimos. A Sara le prometió un bebé, pero no a todas las mujeres nos promete un bebé.

Pero sí, a todos nos promete amarnos, perdonarnos, estar con nosotros a través de cualquier cosa que pasemos. Promete escuchar nuestras oraciones y respondernos de la manera que es mejor para nosotras. AAbraham y Sarales hizo esperar mucho tiempo por el cumplimiento de esa promesa. Seguramente Dios quería enseñarles a confiar en Él

Amiga ¿Hay algo que estás esperando y te resulta muy difícil esperar? Dios te comprende y si Él te tiene esperando o aún si te dice que NÓ acerca de algo que tú quieres, debe tener una buena razón para ello.Sara y Abrahamno sólo aprendieron que Dios es fiel a sus promesas, sino que Él las cumple en el tiempo que cree es más conveniente.

Esta historia real me enseña que siempre debo tener fe en Dios; aún cuando a veces parece no tener sentido, Debo confiar que cualquiera cosa que Él haga, será lo mejor para mi.

 

La historia de la vidade Abraham y Sarame enseña  a no darme por vencida y a no perder la esperanza cuando tengo que orar por algo durante mucho tiempo. Dios tiene cuidado de mi.

Y también de ti, mi amiga. Dios conoce tu vida y tu situación. Él es fiel a sus promesas, paciente con nuestras impaciencias y quiere bendecirnos.

Si este programa te ha bendecido y ayudado en algo, escríbenos y comparte con nosotras.

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