Editorial Mayo 2015

30 de Abril
30 abril 2015
Testimonios del programa en Somalí
30 abril 2015

Querida amiga de oración:
En mis viajes, a veces tengo que pasar la noche en lugares inseguros- algunos aún con alambres de púa en las ventanas. Y sí, confieso que el temor aprieta mi corazón. Pero las historias de redención y el exuberante gozo de las mujeres que conozco durante el día, por lejos compensa mi preocupación con seguridad. Puede ser que tú también estás temerosa de ir a lugares peligrosos y hostiles. Créeme que te comprendo. Sin embargo, estoy invitándote hoy a venir conmigo a un lugar que no es seguro ni amigable – Somalia- uno de los lugares más oscuros del mundo. Somalia está en gran necesidad de ESPERANZA. Somalia necesita a Jesús en medio de su gran caos. Miles están muriendo de hambre, los clanes se enfrentan en un odio interminable, y brutales guerras paralizan el buen orden de la ley. Los cristianos son severamente perseguidos, aún muertos. En medio de todo eso, nuestras oraciones impregnadas de fe y esperanza en Dios tienen el poder de traspasar las más espesas oscuridades de Somalia. ¡Ninguna oscuridad religiosa, política, social o espiritual tiene chance de sobrevivir en la presencia de Jesucristo- La Luz del mundo!
La gente dice que el caos de Somalia está “lejos de ser reparado.” Aunque, a los ojos de Dios cada una de nosotras, estaríamos muy lejos de ser reparadas si Jesucristo no hubiera venido a la tierra a buscarnos y salvarnos. Él aún está buscando de salvar a las sufrientes mujeres somalíes. Levantémonos sobre la brecha con las oraciones por ellas, ¡seguras que “cuando nosotras oramos, Dios obra!” Su luz prevalecerá en millones de corazones de las preciosas mujeres somalíes.
Cuando visité a los valientes miembros del equipo somalí, ellas me contaron del gran gozo pero también de las amenazas de muerte que a veces reciben en respuesta por compartir a Cristo en los programas Mujeres de Esperanza. “¿Tienen miedo?” les pregunté, “No realmente” me dijeron. “Moriremos cuando Dios quiera” Mirando la fe de ellas como la de un niño y sus amplias sonrisas, escuchando sus oraciones y cantos gozosos, Isaías 9:2 vino a mi mente: “El pueblo que andaba en tinieblas, vio una gran luz. A los que habitaban en la tierra de sombra de muerte, luz les resplandeció.” ¡Ellas están caminando en la luz y fe en Dios! Y Jesús está brillando a través de estas queridas hermanas.
¡Así que, amadas, vamos! Oremos por ellas- por resistencia, fe y salvación para cubrir el país de Somalia.
Creyendo juntas,
Marli Spieker
Fundadora- Directora Ministerio Global
Proyecto Ana

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